Queda mucho trabajo por hacer

El Gimnàstic de Tarragona no pudo regalar a su afición una victoria en el día de su presentación oficial, un acto bastante descafeinado, con un Nou Estadi vacío. El calor, el hecho de que no se había anunciado mucho y la circunstancia que muchos socios y aficionados todavía son de vacaciones pueden ser algunos de los motivos que llevaron a ver un campo con una más que discreta entrada en el día en qué uno Primera División como era el Espanyol visitaba Tarragona.

Un día con muchos nombres propios y cada uno con su historia. Empezando por el de Álex López, centrocampista del Espanyol, titular durante el partido, y que jugará al Nàstic en calidad de cedido la próxima temporada si no hay ningún cambio drástico de última hora y continuando por el de Álvaro Vázquez, delantero que la pasada campaña militó cedido al Nàstic y que dejó un gran recuerdo a la afición. Quien sabe si pronto volverá a Tarragona, pero con la camiseta local. Este, al menos, es el deseo de muchos de los que asistieron al enfrentamiento y presenciaron la presentación.

Uno a uno, todos los jugadores del Nàstic, salieron al césped, igual que los integrantes del cuerpo técnico. Era un día para mostrarse a la afición. Manu Del Moral fue uno de los que más se mostró. Se giró a los cuatro lados del campo para poder saludar la que será su nueva afición. Muchos aplausos también para el reanimado David Rocha y para un Fali que, cada día que pasa, se va haciendo con un lugar más mayor en el corazón de la afición grana.

El hecho es que el Nàstic cayó 0-2 contra el Espanyol en un duelo con bastante alternativas. Empezó con mucha intensidad el equipo de José Antonio Gordillo, dominando e intentando entrar por bandas. Más por la de Tete que por la de un Dumitru que fue de más en menos y acabó siendo culpable del gol de Leo Baptistao, ya que mostró demasiada pasividad a la hora de defender. Dumitru, sin embargo, fue protagonista en la primera acción de gol, con una buena jugada por banda|lado derecha que no pudo rematar Tete. Se atrevía Kakabadze dos minutos después, en el 4’, con un tiro lejano, desviado por la defensa. Pero el Español, esperando su oportunidad, despertó y empezó a coger los galones que se le presuponen a un equipo de Primera cuando juega contra uno de Segunda. El primero a intentarlo era Duarte, en el 11,’ pero Bernabé, muy acertado, le adivinaba las intenciones. El meta del Nàstic volvió a demostrar su seguridad, la cual le pondrá las cosas muy difíciles a Gordillo a la hora de escoger el meta del inicio de Liga.

Por su parte, Barreiro, en el 21,’ remataba desviado un centro de Iván de Nova, nuevamente titular en el carril izquierdo de la defensa. Duelo de idas y vueltas que cogió rápidamente un color visitando, con la excepción de Tete Morente, que siempre llevaba el peligro en sus botas.

Por Jarque

Detalle mayúsculo por parte del club local, que recordó a Dani Jarque, icono del Espanyol que ya no está y que siempre, que pasa el minuto 21 a Cornellà-El Prat recibe una ovación mayúscula. La misma que se llevó de Tarragona. Como la que, seguramente, se habría llevado Álvaro Vázquez si, en el 23’, hubiera agujereado la portería de Bernabé pero el meta, nuevamente muy atento, pudo desviar el peligro. No fue capaz de hacerlo en el 41’, cuando|cuándo Leo Baptistao remató una grande centrada que le llegó desde banda izquierda, imposible de parar.

Si el Nàstic gustó en la primera mitad, en la segunda fue todo el contrario. El equipo se desdibujó a medida que pasaban los minutos. El Espanyol, con pelota o sin ella, era el claro dominador de la partida. Con el centro del campo controla, los puñales de arriba, fueran Leo Baptistao, Piatti o Álvaro Vázquez, siempre ponían el miedo al cuerpo. Igual que un Borja Iglesias que entró a la segunda mitad, pero que acabaría siendo gran protagonista, con el segundo gol de los suyos.

Antes, sin embargo, el partido se ensució con una acción, en la cual, sin estar la pelota en juego, Fali sacó el brazo a pasear impactando con un rival. El árbitro lo vio claramente y no dudó a mostrarle la roja directa. Además, amarilla para Víctor Sánchez para protestar e, instantes después, otra cartulina del mismo color. Lamentable el hecho de que un jugador local se marche expulsado en un duelo que tenía que servir para mostrarse a la propia afición.

Con un futbolista más, el Espanyol no tuvo piedad y Borja Iglesias, un futbolista no muy amado por la afición local por|para algunos gestos que realizó la pasada temporada durante la visita del Zaragoza, remató el trabajo. Pasada milimétrica en el espacio de Sergi Darder que el ex del Celta remata a placer. 0-2 y al Nàstic le queda mucho trabajo por hacer.

FICHA TÉCNICA

Nàstic. Bernabé (Becerra, 61), Kakabadze (Roger Figueras, 74), Mejías (Djetei, 61), Salva (César Arzo, 46), Iván De Nova (Brugui, 79), Fali, Javi Márquez (Rocha, 61), Dumitru (Abeledo, 46), Manu Barreiro (Luis Suárez, 61), Uche (Manu Del Moral, 61’) y Tete Morente (Maikel Mesa, 69).

Espanyol. Diego López, Pipa, Naldo, Óscar Duarte, Dídac Vilà (Mario Hermoso, 54), Álex López (Sergi Darder, 71), Puado (Borja Iglesias, 71), Marc Roca (Víctor Sánchez, 59), Leo Baptistao (Hernán Pérez, 59), Álvaro Vázquez y Piatti (Melendo, 59).

Goles. 0-1, Leo Baptistao (41): 0.2, Borja Iglesias (74).

Árbitro. Rubén Ávalos Barrera (Igualada). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Uche, David Rocha y Manu Del Moral; y al visitante Víctor Sánchez. Expulsó con tarjeta roja directa en el local Fali (59).

Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a unos 4.000 espectadores.