«Siento orgullo de ser la jugadora con más partidos con la camiseta del CBT»
Yoli Pueyo disputó un total de 300 enfrentamientos con la camiseta azul
No se podrían repasar los 40 años de historia del Club Bàsquet Tarragona sin nombrar a Yoli Pueyo. 300 partidos disputó Pueyo con la camiseta del CBT, convirtiéndose de esta manera en la jugadora que más veces lo ha hecho y estando así pasado y presente del club. Pasado para formar parte del CBT desde los 14 hasta los 28 años, y presente porque, en 17 años que han pasado desde entonces, ninguna jugadora ha sido capaz todavía de superar su récord. Vinculada todavía al mundo del baloncesto con el CB Morell, hay que destacar en Yoli Pueyo, a una jugadora que ha hecho historia en un club histórico.
—Cuándo empieza Yoli Pueyo a jugar a baloncesto?
—Empecé a jugar al Colegio El Carme, con 12 años. Y empecé un poco por casualidad porque, cuando estudiaba, veía que los que jugaban a baloncesto salían antes de tiempo cuando tenían algún partido aplazado, para poder llegar a las otras escuelas. Fue entonces cuando me apunté también y hasta hoy. A mí me gustaba ya mucho el deporte en general, pero el motivo principal fue este.
—Cómo llega al Club Bàsquet Tarragona?
—En 8º de EGB se acababa el baloncesto en el Carme. Las que queríamos seguir jugando íbamos entonces directamente en el CBT. Creo que era el primer año que El Carme estaba vinculado al CBT y, por eso, llegué junto con otras niñas de otras escuelas de Tarragona que tenían la misma vinculación que El Carme con el club.
—Cómo evoluciona dentro del CBT?
—Pues, desde que llegué, fui pasando por todas las categorías hasta llegar al equipo sénior. Sin embargo, antes pasé por situaciones diferentes. Hubo años, por ejemplo en el junior, que jugué muy poco. He pasado por muchas situaciones pero el ambiente que había con las compañeras siempre fue muy bueno y eso me hacía continuar.
—Hasta que llega al sénior.
—Sí, estábamos en Tercera entonces. Durante dos años consecutivos subimos de categoría, así que tengo buen recuerdo de este inicio con el primer equipo. Allí me pasé muchos años.
—Once temporadas y 300 partidos.
—Ni me acordaba! Hasta el año 2001 creo que estuve. Me gustaba muchísimo, estaba muy bien en el club pero también es verdad que mis amistades lo fueron dejando y el equipo fue cambiando. Entraba gente joven, como tiene que ser, y la vinculación quizás no era la misma pero nunca como para llegar a dejarlo.
—Cómo se definiría como jugadora?
—Era muy impulsiva y rápida. No era de las jugadoras anotadoras, a pesar de que sí que es verdad que acabé así. Pero mi fuerte era defensivamente, la lucha constante y muy trabajadora.
—Es la jugadora que más veces ha vestido la camiseta del CBT. ¿Qué la hace sentir eso?
—Estoy muy orgullosa porque es mi club de toda la vida. He crecido aquí. Entré con 14 años y he pasado toda mi juventud en el CBT. Para mi ha sido un club muy importante, y lo será siempre.
—Cree que alguien podrá superar este récord?
—Podría ser ¡ojalá! Sería genial que alguna jugadora no lo dejara con 24 o 25 años o que no se marchara y se pudiera quedar hasta los 33 o 34. ¡Me encantaría! Jugadoras como la Vicky Ceperuelo o Montse Vadillo también estuvieron muchos años y sería genial que alguna jugadora de hoy pudiera hacer lo mismo.
—De toda su trayectoria en el CBT, con qué momento se quedaría?
—Cuando subimos a Primera B, que ahora equivaldría a Liga Femenina 2. Aquel ascenso, que vivimos en el Sant Jordi, fue muy bonito. Lo recuerdo muchísimo.
—Y cuál sería el momento más amargo?
—Cuándo estábamos jugando en Primera B, el hecho de estar luchando por mantener la categoría. Estás sufriendo durante toda la temporada y se hacía duro. Pero siempre salvamos la categoría, no bajamos.
—Por qué deja el Club Bàsquet Tarragona?
—Cuando decidí marcharse era para dejar el baloncesto, para dejar de jugar. Aquel año, la Federación creó la Liga Femenina y quería apostar para que hubiera un equipo de Tarragona o, como mínimo, yo siempre lo he tenido entendido así. En aquel momento éramos nosotros las que podríamos haber sido, pero económicamente el club no lo pudo asumir. Era mi única oportunidad de estar arriba y fue una lástima. Ver que no se pudo dar fue cuando pensé, termino.
—Pero no abandonó el baloncesto.
—Aquel verano me llamó el Ploms. Yo les dije que no, que yo era del CBT. Ellos siguieron insistiendo y, pensando mucho, me motivó entrar en un club nuevo, con gente nueva, una categoría nueva... Y sobre todo porque todavía tenía ganas de jugar a baloncesto. Y las ganas no las ha perdido. Yoli Pueyo sigue jugando, en tercera con el CB Morell, y desarrollando su faceta de entrenadora en este mismo club. Lo que está claro es que, mientras pueda, la seguiremos viendo allí donde se siente más cómoda, en la pista de baloncesto.