Enrique Martín: «Me conformaba con el empate, ya que estábamos fundidos»

El entrenador del Nàstic, Enrique Martín, demostró felicidad después de finalizar su primer partido en el banquillo grana. Y es que un tres de tres, en puntos, es muy positivo para un entrenador cuando llega a un nuevo sitio. «Esta victoria tiene sabor a gloria. Aparte de ir avanzando en conceptos y de poner en el equipo al nivel físico que queremos, aparte se tiene que ganar», destacaba al entrenador, al cual apuntaba que, según él, la clave para alcanzar la victoria fue que «hemos acertado más que ellos. Es evidente que el Oviedo ha tenido el control de la pelota, pero hay una estadística que dice que el 68% de los equipos que ganan son los que no tienen la posesión de la pelota».

«Cuando nos han empatado, ha habido momentos duros. Yo me conformaba con el empate, ya que estábamos fundidos, pero el equipo ha sacado este instinto de supervivencia que motiva que pasen estas cosas», ha reconocido el entrenador, el cual decidió cambiar el banquillo en el cual se sentaron los suyos durante el duelo. O sea, que el banquillo del Nàstic será, a partir de ahora, el que está más cerca del Gol de Montaña. Sobre esta circunstancia, destacó que «cuando voy a un sitio, siempre quiero hacer cosas diferentes. Después de quince años, no ha salido tan mal, no?».

La obsesión del entrenador, según reconoció él mismo, era la de «cambiar el chip mentalmente», hecho que, según él está consiguiendo poco a poco. Sobre su carácter y el trato con los jugadores, apuntó que «a veces, me gusta dar una colleja y me quedo a gusto». Se mostró Martín muy satisfecho con la actuación de los suyos, ya que, según su opinión, «los jugadores han tenido mucha actitud» y aventuró que irán a Albacete a «intentar ganar».