Pocos, bien avenidos y con ganas de más
Los 4.631 espectadores que asistieron al partido fueron menos de los previstos y, los que se quedaron, acabaron celebrando
Las previsiones eran bien diferentes. El fichaje de Enrique Martín como entrenador del Nàstic movió más de un centenar de personas en el primer entrenamiento, este pasado miércoles, y se esperaba que, al menos, hubiera unas 5.000 o 6.000 personas este domingo en el Nou Estadi. No fue así, pero los que se quedaron en casa se lo perdieron.
El frío llegó ayer a Tarragona a un Nou Estadi que, por el contrario, estuvo muy caliente durante todo el duelo. Primero, para animar a los suyos, los cuales, de verdad, pudieron sentir los gritos de ánimo. Ya no sólo eran los jóvenes de Gol de Montaña los que gritaban, ni los del otro lado, ya que se escuchó gente de Preferente o, incluso, de Tribuna, dando voces de ánimo a unos futbolistas que estaban necesitados.
Este calor en el público, sin embargo, también lo notaron tres futbolistas rivales en particular. Mossa y, sobre todo, Sergio Tejera, exjugadores grana, fueron regañados al principio cada vez que tocaban una pelota y Folch, con pasado en el Reus, se llevó un gran griterío cuando tardó demasiado en marcharse después de ser expulsado.