Oliver promete a la plantilla del Reus una solución antes del fin de semana
El propietario del club reusense espera una respuesta positiva de los posibles inversores, que llegarían de Catar
El culebrón en el CF Reus todavía no se ha acabado. De hecho, se prevén todavía algunos capítulos, aunque sean breves, hasta que se solucione el problema económico que está centrando la actualidad de un equipo que está sufriendo en Segunda División B.
El consejero delegado de la Sociedad Anónima Deportiva (SAE), Joan Oliver, se reunió ayer con los futbolistas, el entrenador y el cuerpo técnico de la primera plantilla para explicarles que hay un acuerdo muy próximo para conseguir a un inversor que sea capaz de solucionar, en buena parte, los problemas que sufre la entidad.
El Reus tiene una deuda que supera los cinco millones de euros y los jugadores y trabajadores de la primera plantilla llevan casi tres meses sin cobrar. Esta situación, casi crítica, ha llevado al máximo responsable del club a moverse para buscar una solución ya que, si se acumulan tres meses sin cobrar, cualquier futbolista puede quedar libre durante el mercado de invierno.
Después de intentar muchas operaciones, parece que algunos inversores procedente de Catar podrían ser la solución. Así lo comunicó Joan Oliver a la plantilla ayer, sin explicar la procedencia de la inyección de dinero que tiene que llegar. Oliver explicó a los jugadores que hay una operación «casi cerrada», la cual permitiría poner fin a las deudas con la plantilla. Esta, sin embargo, todavía está supeditada al hecho de que los cuatro jugadores que se quedaron sin ficha durante el verano, como fueron Tito Ortiz, Karim Yoda, Isaac Cuenca y Vitor Silva, puedan ser dados de alta durante la apertura|abertura del próximo mercado. Este es el punto de la negociación que todavía provoca, según Joan Oliver, que el acuerdo no se haya cerrado. Tan pronto como los nuevos inversores acepten que estos cuatro futbolistas tienen que ser dados de alta, se estampará una firma que motivará que, al menos durante un tiempo, todo volverá a la normalidad.
Además, Joan Oliver prometió que, si todo va como él cree que tiene que ir, como máximo el 5 de diciembre todos los futbolistas cobrarán las dos nóminas que se les debe hasta ahora más la tercera que, cuando acabe el mes de noviembre, también se computará. Si finalmente todas estas promesas acaban convirtiéndose en una realidad, la normalidad volverá a un club que ha estado luchando contra todo y contra todos desde que inició la campaña.
Deportivamente, nada se puede retraer a un equipo que, a pesar de contar únicamente con dieciséis fichas del primer equipo, ha competido con cualquiera. Ha ganado partidos, ha empatado otros y ha acabado perdiendo algunos que, aunque mereció más, acabaron cediendo porque no contaba con la suficiente profundidad de plantilla como para competir.
Los jugadores seguirán entrenando con la máxima normalidad y con una satisfacción que proviene del hecho de que, al menos, ahora cuentan con más información de la que tenían hace algunas semanas, cuando nadie les explicaba absolutamente nada de lo que estaba sucediendo. Este sábado, el Reus recibirá la visita, a partir de las seis de la tarde, de la Mallorca que entrena Vicente Moreno.