Joan Oliver pide una última oportunidad a la plantilla del Reus

El día de ayer fue una jornada llena de tensión para los jugadores del CF Reus Deportiu. Después de reunirse con Javier Tebas, máximo mandatario de LaLiga, y David Aganzo, presidente de la Asociación de Futbolistas Profesionales, en Madrid el pasado martes para ver las opciones que tenían, ayer saltó la noticia que la plantilla rojinegra había decidido no aceptar la oferta del ente organizador del campeonato de Liga, que proponía pagar los sueldos pendientes y también los que les quedaban hasta a final de temporada a los futbolistas del primer equipo.

Según se supo ayer, los jugadores decidieron sacar adelante las denuncias que ya habían presentado contra el club rojinegro por el impago de las tres nóminas, una medida que podría acabar con la desaparición del equipo.

Con estas circunstancias sobre la mesa, ayer a la noche, la directiva del CF Reus, encabezada por Joan Oliver, accionista mayoritario de la SAE, y Xavier Llastarri, presidente institucional del club reusense, se reunieron con los capitanes, Jesús Olmo y Edgar Badia, y algunos otros jugadores, para valorar la situación y ver qué opciones había para intentar solucionar la situación límite a que se llegó ayer.

Último intento de Olivo

Según pudo saber el Diari Més, Joan Oliver aprovechó el encuentro para pedir a los jugadores un poco de margen para intentar encontrar una solución. El mandatario del club de la capital del Baix Camp, habría sugerido a los futbolistas que le dieran una nueva, y última, oportunidad para conseguir los dinas para poder pagar las nóminas que el club tiene pendientes con la plantilla.

El sábado, antes del partido que el CF Reus tendría que jugar contra el Córdoba, es la fecha límite que se habría puesto Joan Oliver para conseguir una solución económica y poder hacer efectivos los pagos que la entidad tiene pendientes con los jugadores.

Los futbolistas que asistieron a la reunión de ayer, abandonaron las instalaciones del club un rato antes de que lo hicieran los máximos responsables del CF Reus Deportiu, que continuaron reunidos, probablemente negociando y sopesando las opciones que tienen sobre la mesa para poder encontrar una solución a esta situación límite, que finalmente, parece que ha llegado a un callejón sin salida.

Con la denuncia por los impagos en marcha, el club rojinegro tiene cinco días para intentar pagar los salarios pendientes, antes de que los jugadores sean libres de abandonar el equipo. Una situación que llevaría, muy posiblemente, hacia la desaparición del club de la Segunda División A, ya que no dispondría de bastantes jugadores profesionales como para disputar la competición.

De hecho, en la situación actual, y habiendo iniciado los trámites legales contra el club, los futbolistas se podrían negar a disputar el partido de este sábado contra el Córdoba, que se tenía que jugar en el Estadi Municipal a las seis de la tarde, una decisión sobre la que los jugadores no se quisieron pronunciar ayer en la salida de la reunión, ya que no quisieron hacer declaraciones de ningún tipo sobre la situación actual.

Hoy por hoy, la situación sigue a manos de los jugadores, que en principio, siguen adelante con la denuncia contra el club, pero Oliver también la puede hacer variar, ya que si consigue dinero para pagar las nóminas que debe a los futbolistas, la demanda se detendría, y los jugadores no podrían abandonar el club.