La ilusión pide paso al Nàstic
Viti, Salva Ferrer y Brugui, con ficha del filial, son el rayo de esperanza en el cual se cogen los aficionados
Los nefastos resultados que acumula hasta ahora el Gimnàstic de Tarragona en el campeonato nacional de Lliga de Segona División A han llevado a gran parte de la afición a pensar en tirar la toalla.
La negatividad rienda en Tarragona y, aunque hay opciones matemáticas para salvarse, y de sobra, prima más el negro que el blanco. Ahora bien, hay un hecho que ilusiona, y mucho, en la parroquia grana. Se trata de la proyección de algunos jóvenes futbolistas que, poco a poco, se van haciendo un sitio en el primer equipo y que cuentan sus actuaciones por positivas, contrariamente a la mayoría de los «grandes», los que tienen que llevar el peso real del equipo.
Salva Ferrer, Viti y Brugui son los tres futbolistas que consiguen sacarle alguna sonrisa al socio y a la aficionada grana. Casi siempre que juegan, lo hacen bien. Ahora mismo, todo el mundo tiene en la boca el nombre de los dos primeros, ya que fueron, con diferencia, los dos jugadores que más destacaron durante la derrota de los grana contra el Granada. Son, lo que se llamaría, los jugadores de moda en el Nàstic. Brugui está, de momento, a otro nivel, no futbolístico, pero sí de minutos, ya que ha sido más habitual en los partidos de Liga y es un futbolista que, Liga, ha jugado un total de 547 minutos, repartidos en nueve partidos. Salva ha jugado los dos últimos partidos enteros y tres minutos más, en Cádiz, mientras que Viti ha disputado dos enfrentamientos enteros, el del sábado y el de la derrota en Málaga (2-0).
Con los pies en el suelo
«Mis familiares y amigos siempre me dirán lo que hago bien, pero yo miro los errores e intento corregirlos». Así de sensato y de sereno habla Viti en declaraciones en Diari Més. El futbolista de 20 años sabe que no puede confiarse. Ilusionado como ningún otro se muestra Salva Ferrer, de la misma edad, quien declara que «estoy en una nube. No me hago todavía en la idea de lo que estoy viviendo. Estoy muy contento y quiero seguir mejorando».
Los dos tienen los pies en el suelo y lo tienen claro: «Yo soy jugador de la Pobla y todo esto es un premio que me están dando el entrenador y el club. Intentaré que se alargue el máximo posible y, cuando tenga que ayudar en la Pobla, lo intentaré hacer lo mejor posible», afirma Salva Ferrer. «Tengo claro que soy de la Pobla y que, en cualquier momento, puedo volver al filial», dice Viti al respecto. Los dos saben que en cualquier momento tienen que volver con el filial, que es el conjunto con el cual tienen ficha y en lo que tienen que pensar.
Hace tan sólo unos días, Brugui comentó que «soy joven, tengo mucha ambición y sé que puedo estar aquí. Con mi trabajo y con los ratos que pueda estar aquí, trataré de demostrarlo». Así, los tres tienen un común denominador: saben dónde están y lo que tienen que hacer para continuar.
Brugui no estuvo
Si el equipo continúa de la misma manera, los tres futbolistas seguirán siendo importantes. Este pasado sábado, Brugui cayó de la convocatoria, entre otros, por la problemática que supone tener tantos jugadores con ficha del filial. Siempre tiene que haber siete futbolistas con ficha del primer equipo sobre el césped y, con Salva y Viti en el campo y Luis Suárez y Sergio Montero (entraba por primera vez en una convocatoria) en el banquillo, era arriesgado contar con otro futbolista con ficha del B.
En pocas semanas empezarán a llegar jugadores a Tarragona, ya que el mercado de invierno es muy próximo. Será entonces cuando algunos de los futbolistas menos habituales del equipo se tengan que marchar y, posiblemente, estos jóvenes jugadores perderán protagonismo. No será por las ganas que Enrique Martín tiene que jueguen, que son muchas, pero tanto ellos como los «mayores» saben que niños de veinte años no son los que tienen que sacar al equipo del pozo, ya que no son los responsables de la nefasta temporada que ha protagonizado, hasta ahora, el equipo.