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El equipo volverá al trabajo sin saber qué futuro espera en el Reus

Los entrenamientos previstos para ayer y sábado se tuvieron que suspender por las últimas noticias

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Finalmente, y después de un fin de semana marcado por inestabilidad y las malas noticias, los integrantes que todavía quedan de la primera plantilla rojinegra volverán al trabajo a las órdenes de Xavi Bartolo el próximo día 2 de enero por la tarde.

Durante los últimos días, la actualidad se comió lo que tendría que haber sido el retorno a los entrenamientos del equipo rojinegro. Viernes, la Comisión Paritaria de la Liga y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), anunciaba que los futbolistas que el pasado 20 de diciembre habían presentado denuncia contra la Sociedad Anónima Deportiva (SAE) del CF Reus Deportiu por impago de los últimos tres salarios, a través del proceso abreviado, no habían cobrado el dinero que se les debía, y que, por lo tanto, los cinco que se habían acogido a la rescisión de su contrato con la entidad rojinegra, eran libres de marcharse.

De entre estos cinco futbolistas, uno de ellos ya ha vuelto al club que lo había cedido al Reus, se trata del venezolano Mikel Villanueva, que según anunció el Málaga, se ha vuelto a incorporar al club blanquiazul después de que su contrato con la entidad rojinegra haya quedado resuelto.

El futuro del CF Reus es incierto y la comparecencia del máximo accionista del club, Joan Oliver, este sábado para dar explicaciones después de la marcha de los cinco futbolistas afectados, no sirvió para calmar los ánimos del entorno del club rojinegro, sino más bien el contrario.

Oliver, que fue recibido en las instalaciones del club, por un grupo de seguidores reusenses que lo regañaron, explicó que, de momento, la venta del club no está cerrada y que, en estos momentos, la operación es más complicada de lo que habría podido ser en verano, cuando empezó a buscar inversores.

Repartir las culpas

El ahora propietario de la entidad reusense, aprovechó la rueda de prensa para cargar parte de la culpa de la situación crítica del club sobre los jugadores, ya que, según afirmó, el hecho de que los futbolistas denunciaran el Reus por impagos «agravó la situación».

Los seguidores, hartos

Los aficionados rojinegros ya hace tiempo que culpan a Joan Oliver por haber dejado el CF Reus en una situación límite, y aparte de los gritos y las pintadas contra el mandatario del club, esta animadversión se ha traducido en otras acciones de protesta por la gestión del club, como la campaña Salvamos el CF Reus Deportiu en Change.org, que acumula más de 300 firmantes y que pide al Ayuntamiento de Reus que declare a Joan Oliver persona non grata en la ciudad por la falta «de diligencia y sensibilidad».

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