El Reus puede quedar completamente en cuadro el próximo 8 de enero

Durante los últimos días el CF Reus Deportiu ha visto como su situación, ya precaria de inicio, empeoraba todavía más con el cumplimiento del plazo para pagar los salarios pendientes a la segunda tanda de jugadores que denunciaron el club por medio del proceso abreviado. El pasado viernes, la Comisión Paritaria de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y la Liga, hizo oficial que el club rojinegro no había realizado los pagos, y Mikel Villanueva, Shaq Moore, y jugadores tan emblemáticos para el Reus como Edgar Badia, Fran Carbia y Vitor Silva, dejaban de estar vinculados al club reusense, ya que se hacía efectiva la rescisión de sus contratos.

De estos, el norteamericano Shaq Moore y el central Mikel Villanueva, ya han devuelto con sus clubs de origen, el Levante y el Málaga respectivamente. Estos cinco futbolistas se añadieron a la marcha de Tito Ortiz, que fue el único jugador de la primera tanda de denunciantes, que no recibió el ingreso y quedó libre el pasado 20 de diciembre.

Todavía quedan dos futbolistas rojinegros a quien el club no ha pagado las nóminas pendientes; se trata de Jesús Olmo y de David Querol, que decidieron acogerse al proceso abreviado de demanda la semana pasada, y que si no reciben el dinero de los tres salarios pendientes antes del 8 de enero, también quedarán libres y podrán abandonar el club reusense.

Así pues, en poco menos de una semana, el CF Reus Deportiu puede quedar con sólo once jugadores de la primera plantilla, y de estas, sólo diez serían efectivos, ya que entre los hombres que sí que cobraron los sueldos pendientes hay Karim Yoda, que no está inscrito.

Pol Freixanet, Ángel Bastos, Alejandro Catena, Borja Herrera, Àlex Carbonell, Gus Ledes, Mario Ortiz, Juan Domínguez, Ricardo Vaz y Miguel Linares serían los únicos efectivos del primer equipo de quien dispondría el CF Reus Deportiu para intentar disputar la competición de Segunda División A para lo que queda de temporada, teniendo en cuenta que la Liga exige que los equipos tengan sobre el césped, en todo momento, como mínimo siete futbolistas del primer equipo. Una exigencia que complica mucho las cosas a un equipo que ya se encontraba en una situación límite, en la penúltima posición de la clasificación y con sólo diecisiete puntos.

Más posibles fugas

En más, hay que tener en cuenta que el resto de trabajadores del club, entre ellos el cuerpo técnico y los jugadores del filial rojinegro, tampoco han cobrado las últimas tres nóminas, y esta situación podría provocar que hubiera fugas, no sólo entras a los futbolistas profesionales que han quedado libres, sino también entre el resto de personal.

Joan Oliver mencionó en la rueda de prensa que ofreció el pasado sábado para dar explicaciones después de la marcha de Villanueva, Moore, Silva, Bahía y Carbia, que el hecho que estos jugadores ya no formaran parte de la plantilla rojinegra, abría la puerta a poder inscribir a algunos jugadores del Reus B con el primer equipo, pero la situación económica insostenible en que se encuentra el club ahora mismo, no deja mucho margen para la esperanza de ningún tipo.