Las caras nuevas completan la felicidad de la afición del Nàstic

Los socios y aficionados del Gimnàstic de Tarragona se llevaron dos cosas a casa, en forma de regalo.

La primera, una victoria que, más que necesaria, se había convertido en obligatoria, ya que, de no haberla conseguido, el Nàstic habría entrado en un pozo de desesperación del cual habría sido muy difícil salir.

El segundo, con dos jugadores que, seguramente por ser la novedad, se han convertido en el punto de inflexión de lo que puede ser un remontamiento a gran escala.

Thioune, futbolista completamente desconocido para la parroquia grana, arrancó aplausos del público en cada ocasión en la cual la pelota pasaba por sus botas.

Jugador que ha caído simpático a la afición, la cual tenía ganas de verlo en acción. Aparte, el centrocampista se vació y completó un gran partido, ayudando en el equipo en todo momento tanto en la faceta defensiva como en la ofensiva.

También hizo levantarse de la silla a los aficionados Pipa, que, como extremo derecho, devolvió loca a la defensa rival. Socios y aficionados esperan que hayan nacido dos ídolos. Todo dependerá de las próximas actuaciones.