«Tarragona no se merece tener un equipo de baloncesto tan maltratado»

—¿Cree que el CBT está superando las expectativas esta temporada?

—Nadie se habría imaginado a principios de temporada estar con este balance de victorias. Más, todavía, con los condicionantes que hemos tenido: una plantilla muy corta, la lesión de Pape, la marcha de este jugador a otro equipo... Con todos estos condicionantes, es una situación inesperada.

—¿Es posible un ascenso?

—Ahora mismo, es muy complicado. Estamos en una situación privilegiada en la tabla, pero tan sólo somos siete jugadores del primer equipo. Tenemos que tener en cuenta que tan sólo tenemos dos jugadores de pintura, como son el Sorolla y Ferran. Si no fichamos, tenemos que ser conscientes que es difícil subir.

—El margen de maniobra es mínimo, ya que este club, con las limitaciones que tiene, no se puede equivocar a la hora de incorporar jugadores.

—Sí. Ahora se tiene que ver qué intención tiene el club. O bien fichar o ir tirando de la cantera. Si apuesta por la segunda opción, tiene que ser consciente de que no podrá competir hasta el final de temporada luchando por estas posiciones. Ganaremos algunos partidos, perderemos otros, pero la situación no será fácil.

—¿Son muy pesados los veranos en el CBT?

—Son más bien repetitivos. Hasta el último segundo no sabes en qué categoría jugarás. Que si el presupuesto, que si por dinero tienes que jugar una competición u otra... Es un poco pesado y aburrido. Creo que una ciudad como Tarragona no se merece tener un equipo de baloncesto tan maltratado. Con toda la inversión que se hizo por los Juegos Mediterráneos y teniendo en cuenta que el Palau d'Esports está inutilizado, creo que Tarragona tendría que apostar más por el deporte y el CBT tendría que estar, como mínimo, compitiendo en LEB.

—¿Cómo compite un jugador sabiendo que quizás llega el verano, asciende por méritos propios y se tiene que acabar quedando a la misma categoría?

—Cuando estamos en la pista, no pensamos. Que por nosotros no sea. Estamos muy contentos con nuestro trabajo, a ver lo que pasa.

—¿Le fue bien la aventura fuera del CBT a Ferran Torres?

—Sí, pero tenía ganas de volver. Era la primera vez que salía de su zona de confort. Aquí estaba muy a gusto, pero fue una experiencia que lo hizo más fuerte. Tuvo un rol diferente al de aquí, donde es el referente del equipo. Yo estoy encantado de que decidiera volver. Esperamos que se quede mucho tiempo más aquí.

—¿Usted se ve toda la vida en el CBT?

—Estoy atado (ríe). Tengo el trabajo aquí y estoy centrado en eso. Quiero quedarme en la zona y espero que sea en el CBT.

—¿Cómo lo hace el club para «engañar» a Berni Álvarez para que se quede cada año?

-(Ríe). Está a gusto aquí y se siente importante. Con los presupuestos que ha habido durante los últimos años, siempre ha tenido un equipo bastante competitivo. Tiene aquí su familia y su trabajo y eso lo ha bloqueado un poco. Acabará probando la experiencia de fuera, pero si está a gusto aquí, para nosotros es perfecto.