Los dueños del Reus ligan su continuidad a la rebaja de la sanción

Los nuevos propietarios del CF Reus Deportiu, Clifton Onolfo y Rusell Plat pregonaron de todo menos tranquilidad en la Junta General de Accioninstes de la Soccietat Anònima Esportiva (SAE), que se desarrolló este viernes por la tarde.

En la mencionada reunión, donde estaban Onolfo, su traductora y algunos pequeños accionistas que todavía quedan después de la venta de Joan Oliver, los asistentes asistieron a situaciones que consideraron surrealistas, ya que acabó con la mujer del dueño del Reus entrando por videoconferencia. Esta fue una de las muchas que se pueden recoger después de una jornada en la cual pocos quedaron satisfechos. Sobre todo, los que no estaban, los trabajadores y técnicos del club los cuales no lindarán con la mayor de las garantías, la etapa con los americanos al frente.

Lo que dejó claro el propietario fue que muchas de sus ganas de invertir y continuar en Reus pasan por que la Liga de Fútbol Profesional (LaLiga) decida rebajar de tres a un año la sanción de no volver a subir a Segunda División A impuesta por los constantes impagos y las reiteradas denuncias a Joan Oliver.

Concretamente, Clifton Onolfo dejó claro que, en caso de que la sanción se rebaje a un año, invertirían un millón de euros en el club. Una cantidad que parece menor a la que se preveía en el caso de bajar a Segunda División B. Habrá que comprobar si, después de bajarlo a la categoría de bronce, LaLiga ofrece la ayuda al descenso que da a todos los equipos que pierden la categoría profesional. En principio, no se ha pronunciado sobre el contrario. Sería una cantidad importante a la cual se tendría que sumar el mencionado millón de euros.

El propietario del club puso de manifiesto que si LaLiga no hacía esta rectificación y rebajaba la sanción, la viabilidad del club resultaba muy complicada, ya que la mochila que les han dejado Joan Oliver y los suyos es muy grande.

Las sensaciones que se desprenden de la Junta General de Accionistas van por el camino que no está del todo claro que los trabajadores tengan que cobrar. Según apuntó Clifton Onolfo con un par de pinceladas durante la asamblea, el compromiso no es del todo firme, ya que mucho de lo que suceda en un futuro depende de la sanción final de LaLiga que, por otra parte, no ha dado indicios que tenga que variar de los tres años de sanción y de los 250.000 euros de multa (sumados a los otros 200.000 que se revelaron durante la reunión).

Xavi Bartolo y Sergi Parés

La propiedad del club habría hecho saber a Xavi Bartolo, entrenador del primer equipo, y a Sergi Parés, director deportivo, que cuenta con ellos de cara a su nuevo proyecto. Al entrenador del primer equipo del CF Reus le deben más de cinco meses de trabajo y ha sido uno de los principales responsables que el equipo se mantuviera unido a pesar de las mentiras y las falsas promesas de la anterior propiedad. Sergi Parés se encuentra en la misma situación. Los dos, según ha podido saber este medio, habrían recibido la propuesta de continuar en el proyecto, pero no estarían del todo de acuerdo en seguir.

De todas las personas que se manifestaron públicamente cuando los problemas eran evidentes, Bartolo era lo único que confiaba, rueda de prensa tras rueda de prensa, que se solucionaría la situación. Él así se lo transmitía a unos futbolistas que ahora no están, que están cobrando religiosamente en otros equipos y que han dejado atrás, entre otros, a un entrenador desamparado ante la Ley y ante los nuevos dueños.

Un cambio y más deuda

La Junta General de Accionistas también sirvió para exponer que los representantes legales del CF Reus dejan de ser Cuatrecasas y que, a partir de ahora, será la auditoría Encarnado & Salvo la que se encargará de todos los temas legales de la entidad de capital del Baix Camp.

Mientras que los trabajadores siguen sin cobrar, los problemas económicos siguen engordándose en el club. Durante la Asamblea se reconoció una nueva sanción por parte de LaLiga, esta vez de 200.000 euros.

Según detalló la entidad de la capital del Baix Camp, se trata de una multa que también arraiga de la anterior propiedad. Joan Oliver aseguró a LaLiga que aportaría la cantidad de dos millones de euros a la tesorería del club, en un contrato de préstamo, aunque aportó una cifra considerablemente menor, que rondó el medio millón de euros. Es otra de las sanciones que no entiende por qué tiene que asumir la nueva propiedad, aunque, como en el contrato de compra-venta se especificaba que el club se traspasaba por|para la cantidad de tres euros más toda la deuda, tendrá que acabar pagando también estos 200.000 euros que, esperan, que sean los últimos.