Urbanismo
Proyecto para la construcción de chalets en el antiguo Camping de l'Arrabassada
El Ayuntamiento tiene en información pública la aprobación inicial de los status y bases de la Junta de Compensación de la zona
El espacio que ocupó el antiguo Camping de l'Arrabassada albergará, a largo plazo, cerca de una veintena de chalets. Los terrenos del camping, que ocupan una superficie superior a los 11.000 metros cuadrados, fueron vendidos en el 2005 a una entidad bancaria. El pasado 20 de febrero, el Ayuntamiento firmó el decreto para proceder a la información pública de la aprobación inicial de los estatutos y bases de la junta de compensación. Esta medida no afectará al restaurante La Platja, que mantendrá su actividad con absoluta normalidad, según informaron en esta redacción sus propietarios, a los hermanos Campabadal.
El Camping de l'Arrabassada fue inaugurado el año 1963 y mantuvo la actividad hasta el 30 de septiembre del 2005, año en que fue adquirido por un banco. La extensión que ocupó discurre en paralelo al trazado ferroviario y la Vía Augusta, entre las calles Josep Ras o Claravalls y Montserrat Roig, es decir, entre los dos puentes que facilitan el acceso a la playa. El Ayuntamiento estudia la construcción de una calle que enlace estos dos puntos. Una vez superada la crisis económica que se inició poco después de la adquisición de más de 11.000 de los 15.500 metros cuadrados del camping, en este espacio se podrán construir los chalets. Primero, sin embargo, se tendrá que reparcelar el polígono y, después, se procederá a su urbanización.
Uno de los actuales propietarios del restaurante La Platja manifestó que «una vez se haya urbanizado, ya veremos qué se hace, si se construye o si los propietarios deciden vender su parte». «Nosotros mantendremos la actividad de restauración», dijo, para comentar que el proceso para llevar a cabo el proyecto que finalmente se decida «irá por largo», y calculó un periodo mínimo «de cinco a seis años».
El objetivo de los principales promotores privados del proyecto es la construcción de una vivienda cada 400 metros cuadrados, lo cual supondría cerca de una veintena de chalets. En el momento que se presente el proyecto definitivo, el Ayuntamiento tendrá que determinar si este está de acuerdo con lo que establece el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM).