Los padres del fútbol base del Reus, obligados a pagar para mantener los equipos

Los problemas crecen en el CF Reus Deportiu a medida que pasan los días. El primer equipo ya no existe, después de su eliminación por las deudas originadas por Joan Oliver y continuadas por Clifton Onolfo, pero filial, fútbol base y trabajadores de oficinas y de tienda siguen centrando la problemática de una entidad que empezó el año muy mal y que va a peor.

Uno de los grandes problemas que tiene actualmente el club es su fútbol base. Los niños que visten la camiseta rojinegra desde principios de temporada podrían ver como|cómo dejan de jugar a fútbol si nadie los salva de la crema a causa de la nefasta gestión que han realizado a los propietarios del club hasta ahora. El día a día del fútbol base es sencillo: los niños juegan, pero se tienen que desplazar y tienen que pagar arbitrajes.

Para poder pagar estos dos conceptos, dejando de lado el material y los entrenadores y ayudantes, los cuales están poniéndolo todo por su parte sabiendo que, posiblemente, tienen que trabajar de forma gratuita hasta a final de temporada, hace falta dinero que actualmente no hay en la caja. De hecho, según ha podido saber este diario, hace una semana había unos 2.000 euros aproximadamente, aunque Clifton Onolfo se ha apoderado de la cuenta y, desde entonces, es una incógnita conocer el dinero que hay.

El día a día es muy movido durante los fines de semana, ya que hay partidos en todo momento. Las previsiones son que, en pocas semanas, no haya suficiente dinero como para seguir compitiendo. Esta es una circunstancia que preocupa tanto al coordinador como los entrenadores que ayer se reunieron con padres de jugadores para exponerles la problemática existente. La solución es mucho claro: si los padres se hacen cargo de una parte de lo que queda para pagar, sus hijos podrían acabar la temporada. Es injusto e, incluso cruel, pero el cierto es que no hay dinero para afrontar la temporada por|para el fútbol base porque alguien o algunos han realizado una previsión nefasta.

Los responsables del fútbol base del Reus están trabajando a contracorriente y están realizando todos los esfuerzos posibles para que los niños puedan seguir jugando y que, en la medida del posible, estén al margen de la gran problemática que está viviendo actualmente la entidad de la capital del Baix Camp. Recientemente, se han reunido con la Federación Catalana de Fútbol, en un encuentro que sirvió para exponer todos los problemas existentes y, de paso, para intentar encontrar una solución. Parece que esta pasará siempre para que los padres se vuelvan a rascar el bolsillo ante la situación existente.

Tanto el coordinador, Marc Carrasco, como los técnicos que están a su cargo se han encargado de trabajar para que los jóvenes del CF Reus puedan seguir jugando a fútbol, que es lo que les gusta. Ahora bien, la situación ya es límite y, a partir de ahora, los padres tendrán que echar una mano ya que, si no, los jóvenes podrían tener que pasar por una situación dramática.