Enrique Martín se abona a dar a los suplentes los minutos de la «basura»
En los dos últimos duelos disputados por el Nàstic, cinco de las seis sustituciones realizadas se han hecho a partir del minuto 80
Resulta indiscutible que el juego del Gimnàstic de Tarragona ha cambiado. De hecho, los últimos cuatro partidos han sido, como mínimo, notables. Los tres primeros (Cádiz, Osasuna y Albacete), por juego y, el cuarto, en Oviedo, por ocasiones de gol. Enrique Martín parece que ha dado con la tecla, pero esta circunstancia también ha motivado otras consecuencias que tienen que ver, sobre todo, con los futbolistas que no salen al once inicial.
El técnico navarro se está acostumbrando a tardar mucho en realizar las sustituciones. Los futbolistas de refresco, sobre todo en los dos últimos duelos, han entrado muy tarde. Los motivos pueden ser diversos. Desde el hecho que ahora Enrique Martín confía mucho en su once tipo (Bernabé, Pipa, Fali, Noguera, Mikel Villanueva, Abrahám, Thioune, Viti, Imanol, Sadik y Luis Suárez) hasta el punto que ha decidido tocar poco las cosas porque los resultados estaban ajustados y con posibilidades de puntuar o, incluso, ganar.
En el último duelo disputado en el Nou Estadi, el de la agónica victoria contra el Albacete gracias a la diana de penalti anotada por Berat Sadik, los aficionados tarraconenses tuvieron que esperar hasta el minuto 80 para ver cómo se movía el banquillo. En aquel minuto, el mismo Sadik entró por Kanté. Cinco minutos después, en el 85’, Cotán ingresó en el terreno de juego en sustitución de Thioune y, en el minuto 88, Uche relevó a Luis Suárez. Tres cambios muy seguidos y que llegaron tarde. Por suerte para|por el Nàstic, el resultado fue inmejorable, ya que el duelo finalizó con victoria local, un triunfo que significó una inyección de moral infinita para un equipo que, a pesar de la derrota en Oviedo, sigue pensando en la salvación.
Situación similar es la que sucedió el domingo en el Carlos Tartiere. Excepto la primera sustitución, la de Sadik por Cotán a los 60 minutos de juego, las otras dos también llegaron cuando el partido estaba a punto de finalizar. Ike Uche entró a cinco minutos del final, por Kanté, y Brugui lo hizo en el 88’, dejando en el banco a Abrahám Minero.