La afición baja los brazos ante la evidencia
El Nàstic tan sólo se salvaría si lo ganara prácticamente todo hasta finales de temporada y, los seguidores, son conscientes de ello
Más de 6.000 personas asistieron este domingo al Nou Estadi. Gran parte de ellas determinaron lo que todo el mundo pensaba pero que pocos se atrevieron a decir: «eso se ha acabado».
Contra el Málaga existía la posibilidad de ganar y de volver a animarse. «El Lugo perdió ayer», explicaba un aficionado a otro, que le respondía: «Sí, pero el Rayo Majadahonda ha goleado ql Numancia 4-0». Números y cábalas que, finalmente, quedaron en nada después de una derrota en que obliga en el equipo grana a ganar prácticamente todos los puntos que quedan de la temporada para optar a una permanencia que, a día de hoy, parece que se ha escapado.
Muchos niños asistieron al campo y todos ellos estuvieron a la altura. Animaban sin cesar. Se les oía, ya que prácticamente la totalidad del resto del campo había enmudecido. No fue un partido malo por parte del Nàstic, pero le faltó suerte, ambición o competitividad. O una mezcla de todo.
El cierto es que, pasado el minuto 80, gran parte del público empezó a desfilar, pensando, posiblemente, que pocos partidos le quedan por ver en Segunda División A. Ahora, es el momento que los futbolistas den una golpe encima de la mesa y no «inviten» a los seguidores a un final de temporada infernal.