Este cuento se ha acabado (2-0)

Dice la dicha que Colorín colorado, este cuento se ha acabado. Pues se lo puede aplicar un Gimnàstic de Tarragona que dijo adiós a toda permanencia (que ya era mínima) de permanencia después de caer derrotado con justicia en Granada (2-0).

La inoperancia de un equipo sin alma ni capacidad competitiva, sobre todo cuando juega fuera de casa, motivaron que el rival no tuviera que acelerar muy bien para sumar tres puntos que vuelven a dejar en el Nàstic a cero fuera de casa y a los mismos doce puntos de cuya permanencia distaba el sábado.

Nuevo giro de Enrique Martín en forma de cambio de sistema y de cromos al once inicial. Ya dejó entrever el técnico del Nàstic que podría haber modificaciones en el dibujo, y así fue. Del 5-3-2 de Martín al 4-4-2, también de Martín. Es así porque el sistema con cuatro defensores que acostumbra a proponer el técnico cuenta con una peculiaridad: doble lateral. O sea, que los laterales son laterales y que los extremos también son laterales. Tampoco hay mucho más para escoger, ya que Miguel Palanca es el único extremo con que cuenta actualmente la plantilla, a un futbolista, que, por cierto, ha vuelto a desaparecer de las alineaciones.

Prometió Enrique Martín que Isaac Becerra estaría bajo palos, y así fue. En la defensa de cuatro, las grandes novedades eran Salva Ferrer en el lateral derecho y Josema en el izquierdo, con Noguera y Mikel Villanueva en el eje. La baja de Fali en la retaguardia y las de Ramiro Guerra y Javi Márquez en el centro del campo también ayudaron al cambio de sistema. Pipa y Abrahám, laterales natos, a las bandas|lados, pero atacante, con el recuperado Thioune (el club anunció que era baja por molestias en el gemelo) e Imanol en la medular. Kanté también era novedad, junto con Luis Suárez arriba.

Da la sensación que los rivales del Nàstic no tienen que mostrar ni siquiera su 70 por ciento para bailarle a su rival, sobre todo cuando este juega lejos de Tarragona. Al menos, eso es lo que pareció durante la primera mitad al Nuevo Los Cármenes. La Granada dominó, pero no dio la sensación que tuviera que realizar un esfuerzo extraordinario para realizarlo. Errores graves defensivos aparte (como la del gol de Óscar Díaz), que empiezan a ser habituales, el problema es que el equipo no fue capaz ni de favorecerse de sus propios servicios de lado. Todos iban al rival. Una serie de despropósitos que hicieron que, poco a poco, los andaluces se hicieran los dueños absolutos del enfrentamiento, empezando por el gol.

La primera llegada del Granada acabó en el fondo de la red de Becerra. Gran acción de Vadillo por banda izquierda, marchándose de Luis Suárez. Centrada rasa del extremo y, en el interior del área, aparece Óscar Díaz que, con muchos jugadores grana alrededor pero ninguno de ellos atento, marca a placer. Así, imposible.

Tuvieron que pasar un total de 22 minutos para que el Granada llegara por primera vez a la portería rival. En realidad, no fue una ocasión de peligro, pero cada intento de llegada del Nàstic ha pasado a ser destacable, teniendo en cuenta los esperpentos que tiene acostumbrados a su afición. Pared entre Josema y Abrahám, este segundo centra y Rui Silva, sin problemas, atrapa. Luis Suárez esperaba la pelota, pero nunca le llegó.

Dos claras

Tuvo varias ocasiones para ampliar distancias el equipo de Diego Martínez. Primero, a los 25 minutos de juego, con un remate de cabeza de Rodri a centro por la derecha de Vadillo, en una acción en la cual el extremo se comió a Josema y centró a placer. La esférica se marchó a la izquierda de Becerra. La segunda, con un rasgo|tiro de Fede Vico, un tiro con rosca desde la izquierda que se marchó lamiendo el palo izquierdo del Nàstic.

El Nàstic, sin el criterio que reclamaba el partido, se fue hacia arriba. Pipa, por la derecha, lo probaba, pero la defensa local, muy firme, no daba ninguna concesión. Mientras tanto, Luis Suárez y José Kanté, como les acostumbra a suceder a los delanteros del Nàstic desde hace meses, corrían y corrían, desesperados, intentando buscar una pelota que no les llegaba de piernas de sus compañeros. Y en la tercera de clara, llegó el gol nazarí. Falta lateral desde muy lejos que pica, como, no Álvaro Vadillo, la peina Fede San Emeterio i Rodri, con un remate acrobático, marca el segundo, instantes antes que Soto Grado señalara el túneo de vestuarios.

Entra Uche

Pipa, en el 52,’ estuvo cerca del gol con una falta que acabó ligeramente desviada a la derecha de Rui Silva. No le gustaba alguna cosa a Enrique Martín y decidió la entrada de Uche por un Mikel Villanueva que, como en las últimas semanas, protagonizó un partido nefasto. El cambio motivó un efecto cadena a causa del cual Josema pasó a actuar de central y, Abrahám, de lateral izquierdo. El mismo Kanté partía de lado izquierda.

A un cuarto de hora de finalizar el enfrentamiento, Enrique Martín dio entrada a Berat Sadik, sustituyendo a Luis Suárez. El técnico grana se ahorró la tercera sustitución. La verdad, una decisión acertada, ya que no había nada que decir en el partido. La Granada se permitió el lujo de desconectar y de pensar en su próxima cita, contra el Oviedo. También tuvo tiempo el conjunto andaluz, incluso, de perdonar el tercero. Fue un ex del CF Pobla de Mafumet, Dani Ojeda, a quien remató, completamente solo, un centro lateral. Remató con la cabeza y perdonó lo que habría sido una nueva goleada en contra de los grana.

FICHA TÉCNICA

Granada. Rui Silva, Víctor Díaz, Germán, Martínez, Quini, Fede San Emeterio, Ramon Azeez, Vadillo (Dani Ojeda, 87), Antonio Puertas (Alberto Martín, 73), Fede Vico y Rodri (Adrián Ramos, 78).

Nàstic. Isaac Becerra, Salva Ferrer, Noguera, Mikel Villanueva (Uche, 53), Josema, Pipa, Thioune, Imanol García, Abrahám Minero, José Kanté y Luis Suárez (Berat Sadik, 76).

Goles. 1-0, Óscar Díaz (8); 2-0, Rodri (47).

Árbitro. César Soto Grado (La Rioja). Mostró la tarjeta amarilla al local Germán; y a los visitantes Josema, Luis Suárez y José Kanté.

Incidencias. El Nuevo Los Cármenes acogió a 12.489 espectadores.