Entrenador del Gimnàstic de Tarragona
«No subir sería una decepción, mientras que no jugar la promoción sería un fracaso»
El entrenador del Nàstic apunta que la paciencia es necesaria pero también reconoce que los entrenadores «dependen de los resultados»
—¿Cuándo contacta con usted el Nàstic?
—Hablé hace mucho tiempo con Josep Maria Andreu. El presidente me preguntó si yo tenía predisposición a volver siempre que la cosa no fuese bien en el Nàstic. Siempre estaba todo condicionado a que el Nàstic se salvara o no. Fue en febrero o en marzo, fuimos a comer y charlamos sobre todo.
—¿Por qué lo hizo tan mal el Nàstic a nivel deportivo?
—Es difícil. No todo el mundo puede conseguir buenos resultados, pero un equipo que utiliza a 40 jugadores significa que el día a día no funciona. Eso motiva que no haya buenos resultados y que la situación a la clasificación no sea la deseada. Llevaban dos o tres años actuando igual.
—Efectivamente, pero también se cambió buena parte del equipo en el mercado de invierno de la 2015-16, cuando el Nàstic estuvo a punto de subir a Primera.
—No lo recuerdo, pero cuando fichas jugadores porque en un momento determinado te ves capacidad de categoría, es muy diferente a cuando lo haces porque te caes al pozo. El Racing de Santander, esta temporada, ha fichado a cuatro o cinco jugadores de Segunda A en el mercado de invierno para asegurarse el ascenso. El fútbol es complicado, ya que todos los equipos son muy competitivos. El equipo que no acierte en la elección de jugadores y que no sea capaz de gestionarlos adecuadamente, difícilmente se mantendrá en Segunda A.
—Con la plantilla que tenía en Reus, ¿cree que podría haber mantenido la categoría si no hubieran expulsado el equipo?
—Pensábamos que, si hubiéramos podido inscribir a todos los jugadores que teníamos entrenando el 20 de agosto, sería la primera temporada en el fútbol profesional en la cual no sufriríamos para bajar. El objetivo era la permanencia, ya que éramos el presupuesto más bajo de la categoría, pero creo que teníamos material para no sufrir.
—¿Cómo cree que acabará la historia en Reus?
—Sinceramente, lo veo muy negro por todo lo que ha ido sucediendo hasta ahora, porque hay un propietario que lleva cuatro meses desaparecido y porque me da la sensación que el administrador concursal no tiene capacidad de sacarlo adelante. No sé si será factible ni viable poder competer a Segunda B o a Tercera porque no hay estructura deportiva. Ojalá puedan hacerlo, pero creo que eso es difícil.
—Desembarca en Tarragona al lado de Sergi Parés, que también viene del Reus, con Ferran Asensio, que procede del mismo club, y con el entrenador y el segundo de la Pobla en idéntica situación. ¿Esta circunstancia puede acabar resultando contraproducente si la cosa va mal?
—No, si la cosa va mal, va mal. Cuando se nos planteó esta idea, fue porque se pensó que la tarea que habíamos hecho anteriormente donde estábamos era correcta.
—¿Entiende que haya gente molesta para que Santi Coch no haya continuado en el proyecto ADN Nàstic?
—No lo sé, lo desconozco. Se ha producido un descenso de categoría y ha habido una reducción de personal y, si no me equivoco, también se han bajado los sueldos a los trabajadores de la entidad. Dentro de esta reducción de personal, una de las personas a quienes ha afectado ha estado en el Santi. Yo tengo una buena relación personal con él, pero ha sido un tema de reducción de personal. Nos han dicho que el cuerpo técnico tenía que tener un número determinado de personas, y punto.
—¿Qué significaría no ascender?
—Para mí significaría una decepción. El objetivo es máximo. Un equipo saneado que baja de Segunda A a Segunda División B no puede tener otro objetivo que ascender de categoría. Ahora, tenemos que tener en cuenta que no es fácil. La Segunda División B es muy complicada. Acaban subiendo cuatro y siempre hay muy buenos equipos que se quedan fuera y no acaban subiendo. Fracaso sería no entrar en el play-off.
—Si pudiera escoger, ¿le gustaría jugar en otro grupo diferente al tercero?
—Eso es muy relativo. Estamos en el grupo en el que estamos, y competiremos. Al final, acabas jugando de cara al socio. Yo quiero ver a los aficionados del Nàstic desplazándose a Lleida, a Cornellà o al Prat. Si nos marcháramos al grupo segundo, al socio le sería muy complicado desplazarse.
—Le tengo que decir que, personalmente, me gustaba mucho ver jugar el Reus de Xavi Bartolo. ¿Será igual en el Nàstic de Xavi Bartolo?
—La idea es esta. Traer jugadores con las características necesarias para poder jugar de la misma manera. Queremos un juego combinatorio, un equipo que quiera ser protagonista, que se haga con el control de la pelota, que haga que el rival juegue a expensas de lo que queremos nosotros y un Nàstic que sea fuerte. Ya veremos qué jugadores acaban viniendo, ya que aquí estará la clave.
—¿Necesita paciencia por parte de la directiva o entiende que su cargo depende de los resultados?
—El entrenador depende de los resultados. Es evidente que la paciencia es importante y ayuda, pero más que paciencia es el talante, el clima que se respire y la confianza en que te den en el día a día. Ahora bien, el entrenador siempre está a expensas de los resultados. Estamos viviendo en un clima de mucha tranquilidad. No tenemos ningún tipo de injerencia, nos dejan hacer y todas las conversaciones que tenemos con el presidente y con el director general son tranquilas.
—Hablando de tranquilidad, a día de hoy hay dos fichajes anunciados (Ferran Giner y David Goldar) y uno cerrado (Carlos Albarran). ¿Vamos bien de tiempo?
—Vamos como vamos. Hemos fichado lo que hemos tenido claro que sería un jugador importante para el equipo, con lo que no hemos tenido ningún tipo de duda. Hay jugadores que nos han dicho que no quieren venir, pero hay dos o tres cosas que se podrían hacer de forma inminente. Lo que tenemos claro es que no ficharemos a ningún jugador que no sea beneficioso por|para el Nàstic. La pretemporada empieza el 15 de julio, pero la temporada un mes y medio después.
—¿Los jóvenes se quedarán todos?
—Con Pol Valentín, Salva Ferrer y Viti contamos para la primera plantilla.
—¿Y con Cheikh?
—Es un tema diferente. Es un futbolista interesante, pero tenemos que ver qué expectativas tiene él. Son jugadores de la primera plantilla.
—También lo es Fali.
-Fali es un jugador que se marchó cedido al Cádiz con intención de volver, ya que lo dijo él mismo, y nosotros estamos en esta situación. Otra cosa es que Fali, como cualquier otro jugadores, tiene una cláusula de rescisión. Si la quiere hacer efectiva porque tiene un proyecto mejor ya sea a Cádiz o a algún otro lugar, es libre de hacerlo. Pero puede pasar también con Bernabé o con cualquier otro jugador. Él dijo que volvería, yo confío en que lo haga, pero estamos preparados para cualquier cosa.