Los jugadores del CF Reus B buscan equipo ante los impagos del club
Los futbolistas que han militado esta temporada en el filial rjinegro todavía no han recibido ninguna nómina de las que les deben
El CF Reus Deportiu ya puede empezar a tramitar las licencias de la temporada 2019-20 y puede hacerlo en los dos equipos que ha inscrito, uno en Segunda División B y otro en Tercera. Eso es posible gracias al hecho de que pagó la deuda que tenía de 221.000 euros con los futbolistas del filial, aunque estos todavía no han recibido ni un solo céntimo.
Los jugadores del Reus B denunciaron al club a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y, por este motivo, el club reusense se vio obligado a hacer el pago antes de que empezara en julio. Como lo efectuó dentro del plazo requerido, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha permitido, de momento, su inscripción a Segunda División B y Tercera.
Por lo tanto, ahora mismo el Reus no tiene ninguna deuda a la categoría de bronce del fútbol español y podría empezar a inscribir a los jugadores que creyera adecuados para cada categoría. Pero ahora mismo, esta no es una situación fácil, ya que con el desmantelamiento del primer equipo, los jugadores del filial, después de competir excelentemente durante toda la temporada, ahora, una vez finalizada, han empezado a hacer las maletas cansados de los impagos y, por lo tanto, el primer equipo y el filial se han quedado sin jugadores ni entrenadores.
Algunos de estos jugadores que ya han encontrado un nuevo equipo donde jugar la temporada 2019-20 son Albert Miravent, Oriol Ayala o Adrià Arjona. Con respecto a Ayala, el defensa gerundense ha fichado por la Unión Deportiva Figueres, que milita en Tercera División, liga donde también juega la Unión Deportiva Castelldefels, nuevo equipo de Albert Miravent. Por su parte, Adrià Arjona continúa en su aventura por los Estados Unidos con el Toronto, club que ya comunicó al futbolista que podría jugar a su filial.
Sin nada claro
Estos son sólo algunos de los jugadores que ya han encontrado equipo pero todos están buscando o a la espera de encontrar un nuevo club donde volver a disfrutar del fútbol sin preocuparse de la situación económica como ha sucedido este año. Una cuestión que los ha desgastado y, viendo todavía todas las incertidumbres que hay, ninguno de ellos tiene ánimos para soportar una temporada igual y, todavía menos, sin saber si realmente podrán disputar algún partido con la camiseta rojinegra la temporada que iniciará en poco más de un mes.
Y es que ahora mismo, lo único claro en el entorno reusense es que el club está inscrito a Segunda División B pero todavía acumula una cifra elevada de deuda que, hasta que no lo tenga pagado, lo imposibilitará competir en cualquier categoría.
De la manera que no está claro si el club acabará pagando toda la deuda, tampoco se sabe de dónde salió el dinero para inscribirse en Segunda B, que, según apuntan algunas fuentes, podrían llegar de un grupo inglés mediante el administrador concursal. Para poder competir el club todavía tendrá que pagar lo que debe a los trabajadores, la administración, y las empresas relacionadas con la entidad.