Guzzo: el jugador que más cobraba en el Reus vuelve de cesión y es el único en plantilla
El futbolista estuvo a préstamo en el Famalicao portugués, todavía tiene contrato, pero el club es un desierto
La situación del CF Reus sigue siendo confusa. Además, se le acumulan los problemas con el fichaje de un jugador que no estaba previsto, o sí. Se trata de Raphael Guzzo, futbolista que estaba cedido en el Famalicao de la Segona División Portuguesa y que ahora devuelve a la entidad de la capital del Baix Camp. El problema es que no hay equipo. Bien, si se le contabiliza, hay un jugador en plantilla.
Raphael Guzzo fue cedido el pasado verano ya que, viendo la situación que le venía al Reus, con la imposibilidad de inscribir a todos los jugadores que deseaba, tenía que tomar decisiones. Una fue la de enviar a préstamo en Portugal a este futbolista que tenía muy buenas maneras pero que, entre lesiones y la irregularidad de algunas de sus actuaciones, no había podido acabar de cuajar en la capital del Baix Camp.
Ahora, el Reus se encuentra con un problema con su retorno, ya que no hay equipo. De hecho, Guzzo es el único futbolista que hay en plantilla en Reus después de que el resto se hayan marchado previa denuncia.
Hay una situación todavía más rocambolesca. Y es que Raphael Guzzo era el jugador que tenía la ficha más elevada de todos los que formaban parte del club reusense, que empezó presidiendo Joan Oliver y que, a finales de enero, cogió un Clifton Onolfo que continúa desaparecido y que no da señales de vida.
Marcharse
El futbolista estaría interesado en desvincularse del club reusense, aunque el administrador concursal no habría dado luz verde a esta operación. Los movimientos que está realizando el administrador son mínimos, teniendo en cuenta que la situación económica de la Sociedad Anónima Deportiva (SAE) es muy delicada y que no se puede realizar ningún paso en falso.
Guzzo disputó nueve partidos hace dos campañas con el CF Reus, cuatro de ellos como a titular. Apuntaba muchas maneras, tenía buenos minutos, pero nunca acabó de cuajar.