El Reus tiene la intención de jugar a partir de la segunda jornada de Liga
La RFEF desbloquearía la inscripción de futbolistas pagando tan sólo la deuda de los jugadores del filial de la temporada pasada
La FCF amplía el plazo al CF Reus hasta el próximo lunes para saber si competirá o no
La situación del CF Reus Deportiu podría dar un giro de 180 grados. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) podría desbloquear la tramitación de licencias en caso de que los reusenses abonaran los aproximadamente 210.000 euros correspondientes a la deuda con los jugadores del filial de la temporada pasada. Los otros dos millones de euros, que son la deuda con los jugadores del primer equipo (expulsado por LaLiga a mediados de temporada pasada) podrían no ser un impedimento para que los reusenses compitieran en una competición regulada por la RFEF.
Las malas relaciones existentes entre LaLiga y la RFEF hacen pensar que los dos organismos no irán de la mano y que cada uno se tendrá que buscar la vida. Por lo tanto, la RFEF podría estar de acuerdo con el pago de los 210.000 euros, suficientes para que el equipo que entrena a Ramon Maria Calderé pueda competir como cualquier otro.
A la segunda jornada
El Reus tenía que debutar esta jornada en el campo del Castelldefels, en un duelo que se tenía que disputar el domingo por la tarde. Este duelo no se jugará, ya que el Reus todavía no ha tramitado ninguna licencia, ni de técnicos ni de futbolistas. Ahora bien, los reusenses podrían empezar la temporada, siempre que la RFEF acabe aceptando los 221.000 euros (la situación está dando tantos vuelcos que no queda claro que pasará al cien por cien) en la segunda jornada, en casa. Hay que recordar que el Ayuntamiento ya anunció que, siempre que club estuviera en regla, le cedería el Estadio Municipal y, si la Federación se lo permite, los aficionados rojinegros volverán a vivir fútbol en su cadsa.
El Reus habría pedido en el Castelldefels el aplazamiento del partido, con la previsión de poder arrancar la temporada la próxima semana, pero los barceloneses no habrían aceptado la propuesta, entendiendo que no tienen la culpa de lo que está sucediendo.