Oficial: El CF Reus se queda fuera de Tercera División

El Juez Único de competición de la Tercera División ha decidido excluir el CF Reus después de agotar el plazo para pagar la deuda acumulada en la RFEF y no comparecer a los primeros partidos de liga, según un comunicado emitido por la Federación Catalana de Fútbol.

La noticia tan temida ha llegado y es que las opciones para el equipo rojinegro se han acabado y finalmente, el equipo ha quedado excluido de la competición. El Juez ha determinado, además, que el Grupo 15 de esta categoría se quedará con 19 equipos, ya que la liga ya ha empezado.

También ha decidido que tanto la UE Castelldefels como el FC Vilafranca sumarán los tres puntos correspondientes a las primeras jornadas de la competición. El resto de equipos de la categoría también sumarán los puntos.

Con respecto al equipo CF Reus Deportiu B, ha dictaminado que si no se presenta este fin de semana el Comité de Competición decidirá el próximo 18 de septiembre las sanciones que le impondrá.

En el comunicado aseguran que la Federación Catalana de Fútbol ha exigido al club «todas las garantías reglamentarias para competir, a fin de que su situación económica afectara el mínimo posible a terceros». Motivo por el cual «ha colaborado permanentemente con la administración concursal y ha velado hasta el último segundo a fin de que se le pudieran tramitar las licencias».

Finalmente, lamentan el padecimiento que la situación económica, financiera y deportiva del Reus ha causado a las personas que están o han estado vinculadas al club, y afirman que han intentado «adoptar todas las medidas previstas en la reglamentación vigente para evitar llegar a este punto».

Cronología

La primera mala noticia para el Reus Deportiu llegó el pasado 28 de enero de 2019, cuando el Juez de Disciplina Social de LaLiga lo sancionó con el descenso a Segunda División B. A este castigo se le sumó otras sanciones por incumplimiento de sus obligaciones con sus futbolistas.

Dos meses después, el 29 de marzo, el Juzgado Mercantil declaró el club reusense en concurso de acreedores y se le designó un administrador concursal, David López Estebaranz, de Verae Abogados y Economistas SLP.

A finales de junio, se comunicó que la deuda del club con los futbolistas del filial era de 221.418,67 euros y las acciones que tenía que tomar para poder cancelarla. El 27 del mismo mes, David López pidió a la FCF la inscripción del primer equipo a Segunda División A y la del filial a Tercera División. Inscripción que fue aceptada.

A principios de julio, la RFEF notificó a la FCF la renuncia, por parte del administrador concursal a la División de Honor Juvenil, por lo que la plaza quedaba abierta a otro equipo catalán según el mejor derecho deportivo.

A raíz del impago de la deuda a sus jugadores, la Comisión Mixta de la RFEF comunica al club, a la FCF y a la AFE la prohibición de prestar servicios federativos y de expedir licencias al Reus. La no presentación de un aval también le comportó que no fuera admitido en Segunda B pero si en Tercera División, y su filial en Primera Catalana.

El 29 de julio, la RFEF notificó que la plaza generada por el descenso administrativo del Reus A en Tercera División la cubriría la Andorra.

Días después, la Federación Catalana de Fútbol requirió al club reusense un depósito de 16.314,84 euros como medida de garantía para competir en Tercera. Además, de 12.766,21 euros para su filial. A pesar de que, ambos importes se ingresaron a principios de agosto, para poder desbloquear las licencias a los jugadores había que liquidar la deuda con los futbolistas del equipo B.

A todos los problemas del club, se añade la apertura de un expediente por parte del Comité de Competición de Tarragona al tener constancia que el club podría haber disputado un partido amistoso el 14 de agosto sin autorización de la FCF y sin que los futbolistas contaran con seguro.

El 26 de agosto, David López notifica a la FCF que el Tribunal Administrativo del Deporte desestima las medidas cautelares pedidas para poder iniciar la competición el primer equipo.

Un día después, la FCF pregunta al club que designe en qué campo jugarán, que necesita mínimo a nueve jugadores y le insiste en que pague la deuda para desbloquear las licencias. Finalmente, el Ayuntamiento comunicó que cedía el Estadi Municipal y el campo de Mas Iglesias al CF Reus.

El 1 de septiembre, el primer equipo no compareció al partido de la primera jornada que tenía que disputar contra el Castelldefels. Motivo por el cual fue sancionado por el Juez Único con tres puntos menos y una multa accesoria.

El administrador concursal intentó que se autorizara al club a competir sin haber abonado la deuda con sus futbolistas, pero fue denegado. A pesar de las conversaciones de última hora, entre David López y la propiedad del Reus con la FCF manifestando su voluntad de pagar. El dinero no llegó nunca.

Finalmente, el 8 de septiembre, el primer equipo reusense tampoco se presenta al partido contra el Vilafranca, mientras que su filial no lo hace delante del Llagostera. Ante este hecho, el Juez Único de competición de la Tercera División ha decidido hoy excluir el CF Reus de la competición. El B, por su parte, tiene una última oportunidad por el lo que tiene que jugar si o sí este fin de semana. En caso de que esto no se produzca, el Comité de Competición decidirá las sanciones que le impondrá el próximo 18 de septiembre.