Las vacas sagradas no aparecen

Los jugadores que estaban llamados a ser las máximas referencias en el Gimnàstic de Tarragona 2019-20 no han dado la talla en este inicio de temporada. El equipo está en posición de promoción de descenso, suma cinco puntos de dieciocho y, lo que es peor, ya dista a siete puntos de la cuarta plaza, la mínima que se había fijado como objetivo la entidad que preside Josep Maria Andreu.

Hay futbolistas que tenían que ser (y que se espera que lo acaben siendo) algunos de los referentes de un equipo que no acaba de arrancar y que ya ha visto como las prisas se han instalado y que no se marcharán hasta que los resultados acompañen.

Entre otros, aparecen Damián Petcoff, Lolo Plá, Romain Habran o Jonathan Pereira. Por un motivo o por otro, ninguno de estos jugadores ha rendido como se esperaba de ellos. Ahora bien, también hay muchos otros como Juan Domínguez o Ferran Giner que no están teniendo ni el rendimiento esperado ni la participación que se podía prever de ellos.

La mayoría de futbolistas han decepcionado por su rendimiento personal, situación que ha perjudicado, y mucho, en un equipo que no encuentra su rumbo y que, en muchos momentos sobre el césped, da la sensación que se ha quedado sin alma.

Cuatro de los jugadores de los que más se esperaba y que, ahora mismo, están decepcionando, son los anteriormente mencionados. Damián Petcoff tenía que ser el alma del equipo. El Nàstic realizó un gran esfuerzo para hacerse con sus servicios. Otros equipos también querían contar con el centrocampista, después de la gran temporada que realizó en el Badajoz, en el grupo cuarto de Segunda B. Había muchos que, incluso, hacían un símil con David Rocha del Nàstic en la categoría de bronce del fútbol español, un futbolista que fue capaz de ponerse al equipo en la espalda y fue el comandante del centro del campo grana.

Las prestaciones de Petcoff han sido más que limitadas. O bien no está bien físicamente, o alguna cosa le pasa, ya que en muchas compasas de los partidos el futbolista parece que vaya con el freno de mano puesto. En vez de estar omnipresente en la medular, es un jugador que parece que le cuesta mucho cubrir los espacios y que, en muchas ocasiones, le quema la pelota en los pies. Todo el mundo en el club sabe que Petcoff puede dar mucho más y, el futbolista, seguramente también es consciente. Ahora bien, la situación del equipo no ayuda nada y que no carbure el centro del campo no es culpa tan sólo de Damián Petcoff, sino que todos los jugadores son responsables.

Jonathan Pereira

El caso de Jonathan Pereira se podría tratar de Expediente X. Posiblemente, es el futbolista que cobra más de la plantilla. Nunca, antes de esta temporada, había pisado Segunda División B, ya que siempre había militado en Primera o en Segunda A. Y, en Tarragona, ha pasado a ser un futbolista más. O todavía peor, un suplente con una mínima trascendencia en el equipo.

Seis partidos se han disputado hasta ahora en el grupo tercero de Segunda B y, entre todos ellos, Pereira ha disputado tan sólo 60 minutos. Fueron medio centenar en la jornada inaugural, contra el Llagostera (1-3), y diez en el último partido en el Nou Estadi, delante del Cornellà (2-2). Algún motivo debe haber para que Xavi Bartolo no cuente con un jugador que tiene que marcar las diferencias y que, de momento, no ha podido demostrar su valía. Además, Pereira fue expulsado durante el Lleida-Nàstic de este pasado sábado. El futbolista ni siquiera había saltado al césped cuando, a siete minutos del descanso, vio cómo le mostraban el camino de los vestuarios por, según el acta arbitral, insultar al árbitro asistente.

Otros dos futbolistas que no han cumplido con las expectativas son Lolo Plá y Romain Habran. Plá, que también es una de las fichas elevadas de la plantilla, no ha sido capaz de encontrar su sitio en el dibujo de Xavi Bartolo. Plá es un polivalente futbolista ofensivo que puede actuar en cualquiera de las tres posiciones de ataque, pero en el Nàstic no ha sido capaz de encontrar su sitio en la delantera. Siempre ha tenido que actuar en el centro del campo por las necesidades del momento y nunca ha disfrutado de la continuidad que se le reclamaba. 158 minutos, repartidos en cuatro enfrentamientos, son las pobres estadísticas de un futbolista que no encuentra su sitio en Tarragona.

El «crack» que no arranca

Romain Habran fue catalogado como el «crack» del equipo cuando fue presentado como nuevo futbolista del Gimnàstic de Tarragona, este pasado verano.

Vino procedente del Paris Saint Germain con ganas de comerse el mundo. Dejó buenas sensaciones durante el duelo inaugural del campeonato, ya que fue el único futbolista que se libró de la quema contra el Llagostera (1-3). Ahora bien, sus movimientos, su disposición táctica y su incapacidad para crear peligro lo han convertido también en un suplente habitual. Sale en las segundas mitades cuando el equipo tiene que remontar y no tiene el peso específico que se le reclamaba en el momento de ficharlo.