Los acabados de descender a Segunda B no se escapan de la dureza de la categoría

Es prácticamente el primer mandamiento de Segunda División B. Y es que todos los profesionales del mundo del fútbol, o una buena parte, coinciden en afirmar que la categoría de bronce del fútbol español es la más dura de todas.

Tanto por arriba como por abajo, tanto para intentar subir o para salvar la categoría, Segunda B puede resultar un auténtico infierno para aquellos que la disputan. Y para muestra, los equipos que han bajado este verano de Segunda División A. Teóricamente, por presupuesto y por entidad, tienen que ser conjuntos temibles y que manden en sus respectivos grupos, pero no está siendo así.

Los cuatro conjuntos que bajaron de categoría la temporada pasada fueron Reus, Nàstic, Córdoba y Rayo Majadahonda. La historia del Reus ya la conoce todo el mundo. El equipo ya no existe y tan sólo cuenta con un filial que hoy tiene todos los números para desaparecer. Gestiones económicas lamentables aparte, tarraconenses, cordobeses y madrileños han iniciado la temporada de la forma que no deseaban. Se acentúa más esta circunstancia en el caso del Nàstic, aunque en Córdoba también hay nervios. El Rayo, con un buen inicio, tampoco acaba de mandar en su grupo.

Empezamos por el Nàstic. No ha podido empezar peor el equipo de Xavi Bartolo en el grupo tercero de Segunda División B. Ni en la peor de las pesadillas, ni el técnico ni nadie más de dentro del club podría haber pensado que, con seis jornadas disputadas, el equipo vive en la posición de promoción de descenso a Tercera División, dista a un punto del descenso y a siete de la promoción de ascenso y tan sólo ha ganado un partido de los seis disputados.

Bartolo está haciendo lo posible y lo imposible para que el equipo funcione, pero no está consiguiendo dar con la tecla. Entre el pobre rendimiento de algunos futbolistas, unido al hecho de que ha faltado actitud e intensidad en algunos momentos de la temporada, el Nàstic se encuentra en una situación muy comprometida que ha encendido todas las alarmas y que ha puesto en entredicho el proyecto que tanto ilusionaba este verano.

Están a tiempo

Hay tiempo para reaccionar, pero los jugadores tienen que saber que son los mayores culpables de una gran decepción que está acabando con la paciencia de los aficionados. A siete puntos de la promoción de ascenso, la resurrección tiene que empezar ya mismo, ya que, si no, después puede ser demasiado tarde.

Tampoco acaba de convencer el Córdoba de Enrique Martín. Empezó bien, pero ha ido perdiendo fuelle. Con nueve puntos y noveno clasificado en el grupo cuarto de Segunda B, vive en una situación cómoda. A dos puntos de la cuarta plaza, el Córdoba se está adaptando a la categoría y, con exgrana como Isaac Becerra, Xavi Molina o Imanol García, cuenta con una plantilla muy competitiva y preparada para luchar por la parte alta. Otra cosa es que la idea de Enrique Martín con respecto al juego sea la acertada para un equipo que tiene que ser de los punteros de Segunda División B.

Dos victorias, tres empates y una derrota son los resultados alcanzados por los verdiblancos, los cuales tienen muy claro que la temporada será dura y más teniendo en cuenta que el grupo cuarto, junto con el catalán, están considerados como los más fuertes de toda la categoría de bronce.

Finalmente, aparece el Rayo Majadahonda. Está en una situación similar a la del Córdoba, pero su situación clasificatoria es mejor. Los madrileños son séptimos en la categoría y cuentan con diez puntos, dos menos que un Atlético de Madrid B que es cuarto y cinco menos que el líder Atlético Baleares.

El Rayo tiene que pulir todavía varios aspectos, pero sobre todo el defensivo, ya que ha encajado ocho dianas en las seis jornadas que ha disputado. Tres, fueron este mismo fin de semana, cuando el Real Madrid Castilla de Rodrygo (que marcó) y compañía les derrotaron 3-1. Con Rubén Mesa como máximo realizador con tres dianas, este equipo también quiere ser de los que vuelva a Segunda A por la vía rápida, como consiguieron en su momento conjuntos como el Mallorca o el Elche.