El héroe invisible del Nou Estadi

Oli le dijo por dónde se tenía que tirar y Bernabé evitó que el penalti subiera al marcador. Oli es el nombre de guerra de Manuel Oliva, uno de aquellos trabajadores incansables, héroes en la sombra, que no salen en las portadas de los diarios ni llenan minutos de informativos. A él le gusta que sea así, pero también es de justicia que, de vez en cuando, se hable de uno de los responsables que hace sumar puntos al Gimnàstic de Tarragona.

Oliva lo sabía, lo había estudiado y, Bernabé se limitó a seguir las instrucciones de su entrenador más próximo, el que está con él en el día a día y la ayuda a mejorar y a crecer. Habían pasado tres minutos de la segunda mitad del Nàstic-La Nucía de este domingo, que finalizó 2-1 a favor de los tarraconenses.

El partido estaba movido ya que, después de ponerse 2-0 el equipo de Xavi Bartolo a los trece minutos de juego, recortó distancias en el primer acto el cuadro visitante y se hizo el dominador del juego en el segundo acto. Un gol de los alicantinos podía provocar un terremoto de consecuencias incalculables, teniendo en cuenta que se podía escapar el primer triunfo del Nou Estadi, con todo lo que eso comportaba. Pero la diana no subió al marcador, y no lo hizo por el simple motivo que Bernabé sabía por donde tiraría el penalti Fofo: por el centro.

El entrenador de porteros del Nàstic no se limita a estar presente en las dos horas diarias en las cuales los futbolistas están sobre el césped, sino que su tarea va más allá. Oliva estudia a todos y cada uno de los posibles lanzadores de penalti de los equipos de la categoría para, después, transmitir sus conocimientos y sus conclusiones a los futbolistas. Así, a lo largo de la semana, él lo tenía claro y así le dijo a Bernabé: «Si tira el penalti Fofo, lo hará al estilo Panenka». O sea, por el centro y picadita. Si estas circunstancias se producían, Bernabé se tenía que limitar a esperar y, cuando el media punta disparara, hacer un par de pasos adelante y, si podía, atraparla y, si no, desviarla. Escogió la segunda opción el meta del Nàstic porque fue la que más seguro lo hizo sentir.

Desviar este penalti resultó toda una inyección de moral para un Nàstic que acabó manteniendo la ventaja en el electrónico y sumó tres puntos balsámicos que le aportan la tranquilidad necesaria para continuar adelante y no pasar una semana dramática, como lo han sido las anteriores.

Xavi Bartolo, entrenador del Nàstic, fue el primero que se sintió aliviado después de ver como Bernabé impedía que el penalti subiera al marcador. Al ser preguntado, en la rueda de prensa posterior al partido, por|para sus sentimientos en aquel momento fue claro. «Vale más que no te lo diga», manifestó el técnico, sabedor que todos, él incluido, se jugaban mucho.

El entrenador también elogió la tarea tanto del entrenador de porteros como del mismo Bernabé. Me alegro por Bernabé por parar el penalti y por Manolo Oliva, ya que sabíamos que el penalti iría por el centro», añadió al técnico, el cual ya prepara a conciencia el duelo del domingo en Olot. Más mérito tiene todavía el hecho de que Fofo no había tirado ningún penalti todavía esta temporada y que Oliva tuvo que tirar de archivo para conocer las intenciones del jugador rival.

También habló en rueda de prensa sobre el mencionado penalti César Ferrando, entrenador de La Nucía y ex técnico del Nàstic. Como es habitual en él, fue claro a la hora de valorar la situación: «Hemos cometido dos errores gravísimos. Una jugada a propia en portería y, el del penalti, sin comentario. Tener las ocasiones que hemos tenido en Tarragona está para estar, entre comillas|cometas, contento. En el fútbol hay una regla que dice que no se puede jugar con el esfuerzo de los compañeros. Si tú corres, yo corro. Si tú vas, yo voy. Lo digo por el penalti. Chuta como quieras, pero no hagas la picadita. Da la sensación que es una tontería y no me gusta». Todo eso, para recriminarle a su futbolista la acción, la cual, según él, «repercute a sus compañeros y a la afición».

Se han hecho grandes porteros

Manolo Oliva no tiene tan sólo el mérito de este penalti, sino que también ha conseguido que algunos porteros que él ha entrenado hayan crecido mucho más de lo que ellos mismos pensaban. Uno de los casos más flagrantes es el de Stole Dimitrievski. El portero fichó por los tarraconenses a mediados de agosto del 2016 y, dos temporadas después, se marchó al Rayo Vallecano. Allí, ha llegado a debutar a Primera División e, incluso, se le ha relacionado con clubs de la talla del Valencia o del Atlético de Madrid. Oliva, cuando lo tenía a sus órdenes, ya sabía que el meta llegaría lejos. Otro de los porteros que ha crecido con Oliva es Manolo Reina, actual portero del Mallorca, titular indiscutible en la categoría reina del fútbol español.

Un gran mérito de Oliva también fue el hecho de hacer que Bernabé e Isaac Becerra mejoraran día a día la temporada pasada, en una de las campañas con más competencia bajo palos de las que se recuerdan en Tarragona.