Sin noticias de la reacción (2-2)
El Nàstic sigue sin ganar y Xavi Bartolo queda en una situación muy complicada después de un nuevo pinchazo que deja al equipo demasiado lejos de la zona alta
El Gimnàstic de Tarragona va de decepción en decepción. El conjunto tarraconense no pasó del empate contra un Espanyol B que se adelantó con un gran gol de Moha, que vio cómo las dianas de Brugui y Perone servían para remontar y que, nuevamente mediante Moha, situaba un 2-2 que no se acabó moviendo.
Esta derrota deja en una situación muy complicada a Xavi Bartolo, que se la jugaba delante de los suyos y que no fue capaz de sumar de tres contra un equipo lleno de juveniles. Y es que la plantilla tampoco le daba para mucho más. Habran falló todo lo que pudo y más, los centrales siguen fallando y el centro del campo sigue sin hacer acto de presencia.
Sorpresa de última hora en el once que presentaba Xavi Bartolo. Cuando todo hacía indicar que el técnico del Nàstic apostaría por los mismos once protagonistas que cayeron derrotados en Olot, irrumpió Thomas Amang a la delantera. No lo hizo por decisión técnica, aunque las buenas maneras que demostró en el Prat en el marco de la Copa Catalunya lo otorgaban opciones de tener minutos, sino que fue por la lesión de Pedro Martín. El punta, con molestias, cayó de la lista y provocó la titularidad de Thomas Amang. El camerunés pasó por delante de un Jonathan Pereira que volvía después de cumplir los cuatro partidos de sanción, pero que, a pesar de las bajas de Pedro y de Gerard Oliva, continuaba fuera del once.
El Nàstic fue el protagonista del partido, ofensivamente, aunque su juego nunca pasaba por un centro del campo que volvía a estar sin mando. Goldar no es un organizador y Petcoff sigue sin mostrar aquella cara que lo hizo triunfar en Badajoz. Por lo tanto, los de arriba se tenían que buscar la vida constantemente. Amang, con criterio y Habran, falto completamente de esta característica, fueron los más incisivos arriba, escudados en las bandas|lados por un Brugui que dejó ramalazos de buen fútbol y un Polo Ballesteros que, a pesar de no tener acierto, siempre miraba a barraca.
Los problemas del Nàstic fueron prácticamente los mismos que últimamente ya que, aparte de esta falta de mando en la medular, la defensa volvió a hacer aguas, como quedó demostrado durante el gol de Moha. El extremo marroquí recibió completamente solo en el 39’ dentro del área. Ninguno de los dos centrales estaba en su sitio y, por lo tanto, no hubo ningún impedimento para que el futbolista rival anotara el 0-1 con que se llegó al descanso. Fue un error colectivo que se acentuó más en los dos hombres del eje de la defensa, pero falló todo el mundo.
Hasta entonces, la mayoría de ocasiones fueron locales. Amang probó dos tiros en los minutos 8 y 15, desviados. Un minuto después, el goleador Moha intentó una chilena que se marchó por los pelos, pero el Nàstic parecía tener el duelo controlado. La mejor ocasión de los tarraconenses llegó a cargo de un Habran que, como tiene habituada a su afición, falló. Córner botado desde la derecha de Adrián López y, en vez de rematar, solo, de cabeza, la peina y la esférica se marcha por la línea de fondo. El mismo Habran disparó alto en el 25’ y falló una ocasión clara en el 33’ cuando estaba solo. Por si no fuera poco, hizo cerilla en el 39’ con pierna izquierda, según antes del gol rival. Todos estos errores, unidos al resultado, desembocaron en una sonora pitada al descanso.
De locos
La segunda mitad mostró dos equipos rotos y vertidos al gol. Se vieron algunas de dianas, y todas ellas de bella fectura. Avisó Brugui, el mejor de los suyos, a los 47 minutos, cuando se quedó solo ante|delante de el meta rival y falló incomprensiblemente. La tiró fuera. Se redimió el zurdo con un golazo en el 52’, desde fuera del área y a la izquierda del meta rival, imposible de atrapar. Se animaba un Nàstic que vio cómo Xavi Bartolo sacaba del campo Amang para|por Jonathan Pereria. El camerunés era de los mejores, pero fue el escogido en vez de un Habran que no daba ni una.
Con el duelo abocado a las idas y vueltas, Bonilla puso una de estas que sólo él sabe hacer: córner a la izquierda de Adrián López y Perone despega para cambiar el marcador. La vida tenía otro color sobre el verde, situación que tan sólo duró dos minutos. Las alegrías en el Nàstic tienen una fecha de caducidad demasiado breve. El mismo Perone cometió una falta peligrosa que acabó en el fondo de la red. La chutaba Moha, quien le sacaba las telarañas en la escuadra izquierda de un Bernabé que recogió del fondo de la red los únicos dos tiros que habían ido con peligro entre los tres palos.
Montero, que entró a las postrimerías del enfrentamiento, disfrutó de una ocasión clara para desnivelar el marcador. Fue una grande centrada por la izquierda que controla el media punta de la Pobla y remata con pierna izquierda. Desvió al portero. Antes del silbido final, ocasión clarísima de Jutgla que se acaba perdiendo por la línea de fondo ante la salida de Bernabé.
FICHA TÉCNICA
Nàstic. Bernabé Barragán, Pol Valentín, Juan Rodríguez, Bruno Perone, Javi Bonilla, Pol Ballesteros (Sergio Montero, 80), Damián Petcoff, David Goldar, Brugui, Romain Habran (Lolo Plá, 71) y Thomas Amang (Jonathan Pereira, 53).
Espanyol B. Adrián López, Soria, Alejandro Pérez, Roman, Ricard Pujol, Dami (Ivan Gil, 76), Pol Lozano, Pau Martínez (Jofre Carreras, 81), Nico Melamed, Moha (Manchón, 86) y Jutgla.
Goles. 0-1, Moha (39); 1-1, Brugui (52); 2-1, Bruno Perone (59); 2-2, Moha (61).
Árbitro. Jorge Tarraga Lajara (colegio valenciano). Mostró la tarjeta amarilla en los locales David Goldar y Bruno Perone; y al visitante Nico Melamed.
Incidencias. El Nuevo Estadio acogió a 2.907 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Josep Querol Roca, socio número 1 de Nàstic, que murió este sábado.