El Huesca habría gastado 370.000 euros para arreglar el partido del Reus contra el Valladolid
Aritz López Garay habría recibido 270.000 euros a repartir entre los jugadores del CF Reus
Los investigadores de la Operación Oikos sostienen en sus informes que el Huesca gastó 375.000 euros para arreglar el partido entre el Reus y el Valladolid, según informa El País. Según la policía, el Huesca pagó 250.000 euros a varios jugadores del Reus, más una comisión de 20.000 euros a un intermediario, para que ganaran al Valladolid, para asegurarse así poder entrar en los lugares de play-off de ascenso a Primera y el Valladolid se quedara sin opciones.
Para realizar esta operación, los agentes sostienen que el Huesca acudió a varios prestamistas, entre los cuales estaría el presidente del club en aquel momento, Agustín Lasaosa, detenido en la primera fase del Oikos, y el médico del equipo Juan Carlos Galindo, también detenido entonces. «Este préstamo se hace efectivo, y asciende a la suma de 250.000 euros. Quedando en deber el Huesca la cantidad de 375.000 euros en concepto de capital prestado e intereses», según un informe policial citado por el juez Alejandro de Pedro.
Este mismo documento detalla también quién contribuyó presuntamente para pagar la operación: «Las personas que financiarían la operación, sin la cual no se habría podido realizar, serían personas de confianza de Íñigo López, vinculadas al mundo del fútbol. En particular, Raúl Bravo y Carlos Aranda (125.000), Jacobo Sanz (80.000), Rodrigo Fernández (25.000), y dentro del Huesca, Juan Carlos Galindo (10.000) y el presidente (10.000)», se lee en el informe.
El documento describe también lo que sucede al darse el resultado acordado en el partido del 4 de junio: «El pago de la prima a los jugadores está acondicionado a la obtención del resultado predeterminado. Una vez que el Reus gana el duelo con el Valladolid surge la obligación de pago del precio, que no se materializa hasta el día 10 de octubre del 2018, momento en que Íñigo López entrega a Aritz López Garay la suma de 270.000 euros en efectivo, de los cuales 250.000 son para los jugadores y 20.000 para el entrenador, Garay».
Una vez completado el arreglo del partido y el pago a los jugadores, la policía cree que la devolución del dinero prestado para financiarlo se produjo a través de facturas manipuladas por dos sociedades vinculadas al Huesca. Los agentes señalan Pryobra, que llevó a cabo obras de remodelación en el estadio, y a Catering San Lorenzo, que sirve comidas a los jugadores de la primera plantilla. Los agentes creen que «será Íñigo López el que asuma inicialmente la devolución de gran parte del préstamo, quedando en posición de acreedor enfrente de la Sociedad.» Los informes policiales cifran el dinero adelantado por López en «unos 140.000 euros» y que Rodrigo Fernández Lovelle, su agente, tendría que recibir, sumando el préstamo y su comisión», 40.000 euros. Para estas devoluciones cree la policía que se usaron facturas retocadas de la constructora y el servicio de comidas.