Jugador del Spezia Calcio
«La gente joven se tiene que quedar en casa para poder salvar la vida de otras personas»
El exjugador del Nàstic, ahora en el Spezia, vive solo en Italia un confinamiento que no impide que pueda entrenar y seguir adelante
Salva Ferrer triunfó la pasada temporada en el primer equipo del Gimnàstic de Tarragona, donde se consolidó en el primer equipo después de subir del filial CF Pobla de Mafumet. No pudo evitar el descenso a Segunda División B con los grana y, en verano, decidió aceptar una oferta de la Spezia Calcio de la Serie B Italiana, la segunda categoría en importancia en el país transalpino. Ahora, está confinado a la espera de que pase la crisis del coronavirus y pueda volver a hacer aquello que más le gusta: jugar a fútbol.
—Un placer volver a hablar con Salva Ferrer, uno de los futbolistas que, a pesar de su breve paso por el primer equipo de Gimnàstic, dejó tanta huella. Hablemos de fútbol. ¿Qué tal la vida en Italia?
—Es un país muy parecido a España. La gente ha sido encantadora desde el primer día y la ciudad está bien localizada geográficamente hablando. Estoy muy a gusto, desde el primer día me aceptaron muy bien, la gente es muy maja.
—¿Qué tipo de club es el Spezia?
—Es un club que lleva unos años haciendo las cosas bien y así lo ha demostrado. Últimamente ha ido disputando play-offs de ascenso, pero nunca, en toda su historia, ha sido en la Serie A. Este es el objetivo por el cual estamos luchando. Es un club muy próximo y a la gente de la ciudad se lo hace suyo. No es un club que te exija ganar cada partido, sino que te anima cuando estás mal. Los aficionados están contigo a las duras y a las maduras y este es uno de los motivos por los cuales podemos luchar por cosas bonitas.
—¿Hay muchas diferencias entre la Serie B italiana y la Segunda División A española?
—Muchas. Es un juego mucho más intenso, donde los equipos siempre defienden en todo el campo. Es un juego más estático, con más paradas que en España. En muchas ocasiones, los partidos se definen por pequeños errores que tú puedas tener o tú o el rival. Los errores, en la Serie B, marcan la diferencia.
—¿Echa de menos alguna cosa de la liga española?
—Lo que echo más de menos son los campos de fútbol. En España hay campos muy bonitos. Poder jugar en el campo del Dépor (Deportivo de la Coruña), del Elche, del Zaragoza o del Osasuna era para alucinar. En Italia los campos son bonitos, pero no tanto. El Nou Estadi sería uno de los mejores de la segunda categoría italiana o, incluso, uno de Serie A.
—¿Por qué decide hacer las maletas a Italia?
—Cuando el Nàstic baja a Segunda División B, mi intención era la de seguir jugando a fútbol de forma profesional. En España no me salió la oportunidad porque nadie estuvo dispuesto a pagar la cláusula, pero el Spezia sí. Decidieron invertir en mí y yo aproveché la oportunidad.
—Es inevitable hablar del coronavirus, una pandemia que ha maltratado y está haciéndolo, sobre todo, a su país de acogida. ¿Cómo lo está viviendo a nivel personal?
—Es un poco frustrante. Cuando vine a Italia dejé muchas cosas atrás, como la carrera. Vivo solo, lejos de mi familia y de mi pareja. Vine aquí por el fútbol y, el hecho de no poder jugar ni entrenar, es frustrante. Obviamente, la salud está por encima de todo eso. Las medidas de prevención que se están llevando a cabo son las que tocan y lo que tenemos que hacer es obedecerlas.
—¿Su familia no pudo venir a Italia?
—Creo que cada uno tiene que hacer su vida. Ellos, obviamente, tanto la familia como la pareja, la tienen allí. Vivo solo pero es imposible sentirme más ayudado por todos ellos.
—¿Cómo está siendo el confinamiento?
—No me está afectando tanto el confinamiento. El club nos ha puesto muchas facilidades para poder entrenar en casa. Nos ha dado material y también nos ayuda en el aspecto alimenticio. Si necesitamos cualquier cosa están a nuestra disposición. Nos han dicho que, por razones de seguridad, no podemos salir de casa
—¿Hay algún problema con las existencias de materias primas?
—Hay mucha menos cantidad de alimentos que habitualmente, pero yo no he tenido ningún problema. Cada día que he ido a comprar he encontrado lo que necesitaba. Voy a dos o tres supermercados, pero nunca he visto estas imágenes que corren por los medios de comunicación con estanterías vacías.
—¿Ha tenido miedo en algún momento?
—No. Al final, este virus a las personas jóvenes y medianamente sanas es complicado que les pueda hacer daño. No tengo miedo por mí, pero sí por el posible contagio de personas afines a mí, como pueden ser mis abuelos o cualquier tía mía, personas mayores que tengan o no problemas. Por este mismo motivo, la gente joven se tiene que quedar en casa, para salvar la vida de otros.
—¿Qué hace en casa? ¿Tiene un plan específico de entrenamientos?
—Miro series, leo, hablo con familiares, limpio la casa, planifico mi vida después del confinamiento, entreno dos horas al día e intento hacer un poco de todo con el fin de mantenerme ágil, fuerte, elástico y no perder la forma. De esta manera, el día que pueda volver a entrenar, no notaré prácticamente la diferencia.
—¿Cuáles son las perspectivas desde allí?
—No las tengo demasiado claras, ya que estamos muy desinformados. No por el hecho de que no nos expliquen lo que está sucediendo, sino porque no saben qué decisiones tomar porque desconocen cómo evolucionará el virus, si lo podremos contener un poco, poco o no. No sabemos si se acabará la Liga o si lo dejarán tal cual está ahora.
—¿Si la Serie B se diera por finalizada, en qué situación quedaría el Spezia?
—Ahora mismo vamos quintos, por lo tanto acabaríamos en posiciones de play-off de ascenso a Serie A, pero no sabemos qué sucederá, si se jugará o no lo que queda de campeonato.
—¿Si la competición continúa, el objetivo es el ascenso a la Serie A?
—Al principio de temporada no empezamos demasiado bien e, incluso, llegamos a estar en posiciones de descenso directo. Hemos encadenado una racha muy buena y nos pusimos, incluso, según. Ahora, quintos, estamos más vivos que nunca y esperamos poder acabar la competición y poder subir a la Serie A.