Jugador del Aris Salonica FC
«No tengo miedo por mí, pero sí por mi familia, porque en España el problema es grave»
Fran Vélez está confinado en Grecia, donde entrena a la espera de volver a la actividad futbolística y con la meta de volver algún día al Nàstic
Fran Vélez se formó en la cantera del Nàstic, donde destacó hasta el punto que se ganó un nombre en el filial CF Pobla de Mafumet antes de dar el salto al primer equipo. Después de una cesión al Logroñés, triunfó en el Nàstic y fichó por el Almería, donde demostró su fuerza y su carácter en el césped. Por circunstancias del fútbol, hizo las maletas hacia Polonia para enrolarse con el Wisla Crackovia y, de allí, al Aris Salonica, de la liga Griega.
—¿Cómo le está yendo la vida en Grecia?
—Estoy disfrutando mucho de todo en general, me ha sorprendido muy positivamente tanto su cultura como su gente.
—¿Y qué tipo de club es el Wisla Crackovia?
—Es uno de los equipos más grandes de Polonia. En una comparación con un grande de España, sería el FC Barcelona.
—¿Hay mucha diferencia entre la Super League 1 griega y la Segunda A o la Segunda B de aquí?
—Los equipos de la parte alta de la tabla están al nivel de la Primera División Española. En cambio, los de la parte baja son de nivel de Segunda División A. Por desgracia, hay bastante diferencia entre unos y de otros.
—¿Echa de menos alguna cosa de la liga española?
—Su organización y su competitividad a todos los niveles.
—En el mercado de invierno de la temporada 2018-19 estuvo a punto de fichar por el Nàstic. ¿Por qué se rompió su cesión?
—Estuve muy cerca de volver a casa, pero el club en el cual milito no me dejó salir. En las negociaciones me comunicaron que era una pieza importante y que no permitirían mi salida.
—¿Ve posible un retorno al Nàstic en un tiempo no muy lejano?
—Sí, siempre he dicho que me gustaría volver al club de mi tierra y a la que un día fue mi casa.
—¿Cómo está pasando el coronavirus?
—A nivel personal, con la mayor tranquilidad posible, ya que lo estoy viviendo lejos de mi familia. Considero que es tiempo de estar en familia y afrontarlo unidos, pero desde la distancia es complicado.
—¿Cómo está siendo el confinamiento?
—Intento pasar el tiempo entretenido, realizando videollamadas, estudiando, haciendo ejercicios o, jugando a la Play. Si te lo propones, puedes estar bastante ocupado a lo largo de todo el día.
—¿Hay algún problema con las existencias de materias primas?
—De momento, ninguno.
—¿Ha tenido miedo en algún momento?
—Por mí no, pero sí por mi familia en España, porque alí el problema está siendo bastante grave y uno siempre tiene miedo de que le toque a un familiar.
—¿Qué hace en casa? ¿Tiene un plan específico de entrenamientos?
—Sigo un plan de entrenamientos e intento adaptarlo a los materiales de los cuales dispongo para poder cumplirlo lo mejor posible.
—¿Cuáles son las perspectivas desde allí?
—Son más positivas que en España. Las autoridades creen que de cara a finales de abril o a principios de mayo se podrá reanudar la vida. Este tipo de enfermedades, sin embargo, siempre depende de cómo acaben evolucionando. Es imprescindible que la gente cumpla con las obligaciones que ordenan los gobiernos.
—Si la Super Ligue 1 griega se diera por finalizada, ¿en qué situación quedaría su actual equipo?
—Finalizaríamos en quinta posición y, esta circunstancia, nos daría la clasificación para jugar en Europa la próxima temporada, que es el objetivo principal que se había marcado el club. Sin embargo, estamos jugando las semifinales de la Copa y estamos cerca de poder luchar por el título a la final.
—Si la competición acaba reanudándose, cuál es la meta del equipo?
—Ganar esta Copa, ya que la clasificación para jugar torneo continental ya está alcanzado.