Dilema lateral en el Nàstic
Carlos Albarrán y Javi Bonilla son los dos únicos laterales que tiene el club tarraconense y la entidad duda entre fichar a uno o a dos
El Gimnàstic de Tarragona fichará uno o dos laterales durante el mercado de verano, aunque la decisión no está tomada de forma definitiva. Diversos son los factores que acabarán de determinar esta incógnita, basándose en dos principales. El primero, si el mercado ofrece la posibilidad de fichar a dos futbolistas por banda en defensa (uno en la derecha y otro en la izquierda) y, el segundo, la cantidad de fichas que estén disponibles cuando se refuercen las posiciones que más urgen, que pasan, principalmente, por el centro del campo, el eje de la defensa y el ataque, ya sea un banda o un delantero. El resto de jugadores llegarán siempre en función de la disponibilidad económica y de las fichas que se puedan cubrir.
Carlos Albarrán es el único lateral derecho nato que hay actualmente en la plantilla del Nàstic, mientras que Javi Bonilla es el lateral izquierdo con el que cuenta Toni Seligrat. La temporada 2019-20 se empezó con dos integrantes a la derecha, pero el club decidió que Pol Valentín se marchara al Valencia Mestalla durante el mercado de invierno, con el cual Carlos Albarrán se quedó como dueño y señor único en el carril derecho. Las actuaciones de Pol Valentín fue notablemente mejores que las de su compañero, pero hubo un momento en el cual Seligrat decidió no contar más con el pequeño de los Valentín y le mostró la puerta de salida. El Nàstic decidió no cubrir esta baja.
El club también determinó que Bonilla sería el único integrante en el lateral izquierdo. Dado que duplicar todas las posiciones con jugadores del primer equipo es muy complicado en la Segunda División B, donde las fichas están más limitadas que en categorías superiores, la dirección deportiva decidió no reforzar este carril. De hecho, el rendimiento de Bonilla durante la temporada 2019-20 fue realmente bueno. Criticado en ocasiones por la faceta defensiva, fue parte responsable de gran parte de los goles encajados por el equipo. Además, culpar en Bonilla de los desajustes en defensa no es justo, ya que el eje de la retaguardia demostró un nivel muy bajo sobre todo en la primera mitad de la temporada, hasta que llegó el mercado de invierno y hasta que Pol Domingo se consolidó en el primer equipo.
Precisamente, de Domingo dependerá mucho la decisión final del Nàstic a la hora de reforzar los laterales. En su etapa de juvenil, el de la Pobla de Montornès actuó en el lateral derecho, mientras que la campaña pasada, en el primer equipo, lo hizo de central y de lateral izquierdo. Si el club lo cuenta como central, será necesario, como mínimo doblar uno de los dos laterales con un fichaje o, incluso, los dos. Si el Nàstic decide fichar un central y Pol Domingo pasa a ser lateral para el entrenador, con él, Albarrán y Bonilla se tendrá que decidir si es necesario realizar una inversión para un defensor de banda que, posiblemente, no tendría una gran repercusión en el equipo.
De todos modos, la posición de lateral no es actualmente la más prioritaria y hay otras operaciones más urgentes, como por ejemplo encontrar a un portero de garantías para suplir la marcha de Bernabé Barragán, que el lunes anunciaba que no renovaba.