El Gimnàstic quiere una plantilla más corta en una temporada más breve
El nuevo formado de competición será sinónimo de menos enfrentamientos y, por lo tanto, plantillas con menos hombres
El coronavirus no tan sólo ha afectado a nivel futbolístico a la temporada 2019-20. Los efectos colaterales deportivos de esta pandemia son muchos y, en el caso que le ocupa en el Gimnàstic de Tarragona, se traducirán en una Segunda División B 2020-21 muy diferente a la que se ha vivido en las últimas temporadas.
La «nueva» y circunstancial Segunda B será mucho más breve. Habrá 98 equipos, que se dividirán en cinco grupos y, a la vez, estos en subgrupos. Casi todos serán de diez equipos, aunque habrá dos de nueve, para alcanzar estos 98. Todavía no está definida cómo será esta nueva Segunda B, cuántos partidos se disputarán ni cómo se desarrollarán con exactitud los ascensos y los descensos. Lo único que se sabe a ciencia cierta, de momento, es que será más breve.
Esta brevedad comportará cambios en la mayoría de las plantillas. La mayoría de los planteles de Segunda División B serán más cortos, o sea, que contarán con menos efectivos. Es una situación lógica, teniendo en cuenta que con menos partidos, menos jugadores serán necesarios. En los equipos con filial, como es el caso del Gimnàstic, las plantillas se recortarán de dos maneras. Una, con menos jugadores del primer equipo y, dos, con una apuesta más firme por los futbolistas sub-23 y, como consecuencia, en los jugadores del filial.
En Tarragona tienen muy claro que, aparte de todas estas circunstancias, el presupuesto será sensiblemente inferior al de las últimas campañas. Una plantilla con menos jugadores ayudará también a poder cumplir con los objetivos económicos, que son casi tan importantes como los deportivos, los cuales pasarán, sin excusa, por volver a la Segunda División A.
De momento, son dos las bajas confirmadas en Tarragona. Se trata de Javi Márquez y de Bernabé Barragán, los cuales no han renovado su contrato con la entidad grana. Al mismo tiempo, hay un fichaje cerrado, como es el del central Marc Trilles, procedente del Lleida. También han retornado a su equipo de procedencia Fausto Tienza y Fran Carbia. Teniendo en cuenta que Carbia interesa al Nàstic y que tiene muchas posibilidades de acabar fichando, hasta ahora se contabilizarían cuatro bajas y dos altas. Vendrá un portero para sustituir Bernabé y otro para intercambiar la posición de suplente con Cheick. Está pendiente también el fichaje de un lateral izquierdo y de un centrocampista, más otro medio sub-23. En total, seis altas y cuatro bajas.
Como mínimo, se marchará un central (Juan Rodríguez) y dos jugadores atacantes, dejando de lado a los Romain Habran y Joel Marín, que volverán pero sin tener lugar en el equipo. Por lo tanto, rescindirán. Si se tiene en cuenta el centrocampista sub-23 como jugador del primer equipo, habrá un futbolista menos que la pasada temporada. Si cuenta con ficha de la Pobla y se le contabiliza como futbolista del filial, estaríamos hablando de dos jugadores menos.
A día de hoy, estos son los números con que está trabajando un Gimnàstic al cual todavía le queda mucho trabajo por anticipado en la planificación de la próxima temporada. Eso sí, con todo el tiempo del mundo porque, hasta octubre, no habrá fútbol en Segunda B.