Las rescisiones de contrato en el Nàstic se presumen largas y complicadas

El verano será muy largo para el Gimnàstic de Tarragona (y para el resto de equipos). No tan sólo en el capítulo de contrataciones que, a pesar de que breves, tienen que ser acertadas, sino también en el apartado de salidas, ya que las negociaciones a la hora de echar a un jugador acostumbran a no salir como un vuelo, al menos de inicio.

Un total de cinco jugadores con contrato no cuentan para la entidad grana de cara a la campaña 2020-21. Se trata de cuatro futbolistas con contrato alto, de los importantes, y otro en el cual la problemática a la hora de firmar el adiós se prevé bastante más sencillo. Este último es Joel Marín, futbolista que subió el último verano al primer equipo del Nàstic y que, por culpa de la falta de minutos, tuvo que buscar una nueva oportunidad lejos de Tarragona. Se marchó al Badalona, donde tampoco tuvo todas las oportunidades que le hubiera gustado. Ahora, sabe que no cuenta en Tarragona y que tendrá que buscarse una nueva aventura.

Las negociaciones que no serán sencillas son las cuatro restantes. Jonathan Pereira, Ferran Giner, Juan Rodríguez y Romain Habran no entran en los planes de Toni Seligrat, entrenador del Nàstic del próximo curso. En los cuatro casos, el club tiene asumido que no será cosa de cuatro días su marcha. Sus contratos, que se alargan más allá de este verano, no son de los más ligeros para la economía del Nàstic. Sobre todo, en los casos de Pereira i Habran, dos futbolistas que tenían que ser los dueños del ataque del Nàstic junto con Pedro Martín y que acabaron ofreciendo un rendimiento mucho menor al esperado. Los jugadores, como es habitual, buscarán la mejor rescisión, igual que hará el club, que intentará que el coste sea el mínimo.

Pereira estuvo toda la temporada en Tarragona y, este año que le resta de contrato, le saldrá muy caro al Nàstic. La apuesta fue fuerte, muy fuerte para un jugador acostumbrado a jugar a Primera División y a Segunda A y que, según los cálculos de la dirección deportiva grana, tenía que marcar las diferencias en la categoría de bronce del fútbol español. No fue así. Igual que un Romain Habran que ni siquiera pudo acabar la campaña en Tarragona. Denominado como «estrella» en el mercado de verano y buscando equipo en el mercado de invierno. Como consecuencia, finalizó la temporada jugando en el Melilla.

Juan Rodríguez también fue una gran apuesta de la dirección deportiva del Nàstic. Fue de menos a más con respecto a su rendimiento, igual que la mayoría del equipo, pero la mejora ha sido insuficiente. Con contrato en vigor, se ha quedado sin sitio con el fichaje de Marc Trilles, que jugará al Nàstic procedente del Lleida Esportiu. Finalmente, aparece Ferran Giner. Firmó por dos temporadas y no ha disfrutado tampoco de oportunidades. Igual que los cuatro jugadores antes mencionados, su futuro y el del Nàstic no seguirán ligados.