El Nàstic se lanza a por un extremo sub-23 para perfilar su delantera

El Gimnàstic de Tarragona está vivo, y muy vivo, durante este mercado de verano. De momento, han llegado a Tarragona los porteros Wilfred y Gonzi, el central Marc Trilles, el lateral izquierdo Joan Oriol, el centrocampista Fausto Tienza y el atacante Fran Carbia. Sin embargo, todavía fallan contrataciones.

Un centrocampista de talla tenía que ser la única contratación que quedaba –siempre que nadie decidiera marcharse y, por lo tanto, se le tendría que buscar sustituto–, pero el Nàstic ha tomado la determinación de contratar a otro atacante más. Concretamente, se trataría de un extremo derecho y que también pudiera actuar por la banda izquierda. De esta manera, no habrá ningún problema si se produjeran bajas en la zona ofensiva en una temporada que se prevé muy extraña. Será una campaña, siempre que pueda iniciarse y finalizar, con menos partidos, pero con más riesgo, ya que un caso de coronavirus equivaldría a una lesión. Con respecto a número de partidos, se arrancará con una fase inicial en el marco de los diez subgrupos que formarán los 102 equipos que militarán en la categoría de bronce y, por otra parte, una fase final a la cual llegarían los mejores clasificados, los cuales se asegurarían la clasificación para la Segunda División B Pro y lucharían por el ascenso a Segunda División A.

Este extremo sería sub-23, ya que con la llegada del mediocampista no habría más fichas «grandes» disponibles. Así las cosas, cobra fuerzas la posibilidad de que se trate de un jugador cedido procedente de un club de superior categoría. Ahora mismo, el Nàstic no tiene prisa, ya que el grueso del trabajo está hecho. Estas dos incorporaciones, la del mediocampista y la del extremo, unidas, en las de las posibles que se realicen si hay alguna marcha, son las operaciones de entrada que se prevén en un Nàstic que sabe que tiene que luchar por el objetivo desde el principio y, esta meta, no es otra que la de volver a la categoría profesional.