El Nàstic ofrece a Goldar ampliar su contrato y el jugador lo rechaza
El club grana está contento con el rendimiento del central y le propone continuar hasta el 2022, aunque el futbolista quiere marcharse
El Gimnàstic de Tarragona quiere ampliar el contrato de David Goldar una temporada más, pero el central tiene en mente abandonar el club grana. Polos opuestos que acabarán en un acuerdo en una dirección u otra. Tan sólo hay dos soluciones posibles a la ecuación: o el futbolista juega al Nàstic la próxima campaña o bien hace las maletas a pesar de estar muy bien valorado al club y haber cuajado una gran temporada en medio de la oscuridad que demostró el equipo durante la 2020-21.
David Goldar tiene vinculación con la entidad tarraconense hasta el 30 de junio del 2021, ya que el verano pasado llegó, procedente del Cornellà, por dos temporadas. El Nàstic cuenta con su concurso de cara a la próxima campaña, pero el problema radica en el futbolista. Goldar tiene la sensación que perderá protagonismo en el equipo después de la llegada de Marc Trilles, procedente del Lleida Esportiu, y también a causa de la continuidad de un Jesús Rueda que es mucho del gusto del técnico, Toni Seligrat.
Lejos de aceptar la marcha de Goldar, el Nàstic le ha ofrecido alargar su vinculación con el club hasta el 2022 para, de esta manera, demostrar al gallego que le quiere en su proyecto, el cual tan sólo vive con el objetivo de ascender a Segunda División A.
Goldar, que la pasada campaña actuó tanto de defensa central como de mediocampista, ofreciendo un gran rendimiento en ambas posiciones, no tiene la intención de renovar, precisamente, porque cree que no será tan indiscutible en una campaña en la cual, en el eje, tendrá que luchar con Trilles, con Rueda y con Pol Domingo, que no deja de crecer y progresar y donde en el centro del campo, con Fausto Tienza, Fran Miranda, Javier Ribelles y el mediocampista que tiene que llegar, la competencia será feroz.
Un traspaso
La única fórmula posible gracias a la cual Goldar conseguiría su objetivo y cambiaría de equipo sería mediante un traspaso. Un jugador con 25 años, contundencia, fuerza, buen juego aéreo y polivalencia es un caramelo para cualquier equipo que necesite a un futbolista con estas características. Si alguno de los equipos que lo pretende decidiera hacer una oferta que convenciera al Nàstic, el club grana podría replantearse una situación que, de momento, nadie ha puesto encima de la mesa.