El Nàstic no da un paso atrás con Goldar: cuenta con él y quiere que siga

Goldar y diez más. Eso fue el Gimnàstic de Tarragona de la temporada pasada. El central, que también ofreció un gran rendimiento cuando actuó de centrocampista, es una pieza angular del proyecto grana de cara a la próxima temporada. Así se lo ha hecho saber el Nàstic, que no quiere escuchar ninguna oferta por su marcha y que considera que tiene que ser una de las claves del ascenso a Segunda División A.

El futbolista ha reiterado al club su deseo de marcharse porque ha entendido que no sería titular con la actual competencia. Ahora bien, las intenciones de la entidad grana son completamente diferentes. Goldar cuenta y cuenta mucho. De hecho, el gallego, llegado la pasada temporada procedente del Cornellà, tiene que ser uno de los pilares fundamentales de cara al próximo curso.

La pasada temporada, la 2019-20, los capitanes del Nàstic eran Javi Márquez, Bernabé Barragán, Javi Bonilla y el propio David Goldar. Ellos eran los que tenían que comandar el equipo que tenía que subir a Segunda A, pero no tan sólo no pudieron ser partícipes, sino que el conjunto grana estuvo más cerca del descenso a Tercera División que de otra meta.

El Nàstic no está dispuesto a desprenderse de uno de los futbolistas más importantes de los que tiene en su actual plantilla. Ahora mismo, después del anuncio de la marcha de Juan Rodríguez, que rescindió su contrato, el club grana tan sólo cuenta con tres efectivos en el eje de la retaguardia. Eso sí, siempre dejando de lado un PolDomingo que, gracias a su polivalencia, puede jugar también de lateral por las dos bandas.

Marc Trilles, Jesús Rueda y David Goldar son los tres centrales con los que cuenta el Nàstic ahora mismo. Son tres jugadores de mucha categoría y todos ellos tienen lugar en un equipo que disputará duelos de gran competitividad y que necesitará jugadores de alto nivel en todas las demarcaciones.

El Nàstic, tal como explicó este diario, no entrará en ningún tipo de chantaje con respecto a Fran Carbia. El delantero, todavía propiedad del Ibiza, no contaba para su equipo y consiguió la rescisión, para fichar por el club tarraconense. Firmó el contrato pero, para sorpresa del jugador y de la entidad tarraconense, este documento nunca llegó firmado por el club ibicenco. El motivo es bien claro: el Ibiza faltó a su palabra de dejar marchara Carbia porque, de repente, se interesó en Goldar. En ningún momento, el Nàstic dejará marcharse al central gallego a cambio de un futbolista que ya tenía la rescisión y que, en el fondo, no contaba para el club isleño.