Las líneas maestras del Nàstic 2020-21

Este Gimnàstic de Tarragona tiene muy buena pinta. El equipo de Toni Seligrat ha conseguido convencer tanto a él mismo como a la afición grana en una pretemporada extraña, tanto a nivel de entrenamientos como de partidos. El conjunto grana ha demostrado su versión más camaleónica, adaptándose a los nuevos tiempos, marcados por el coronavirus, y ha previsto una preparación más larga de lo habitual, para poder llegar en las mejores condiciones. Con respecto a duelos amistosos, primero jugar contra un equipo de Tercera División, después hacerlo ante el Barça de Messi, cambiar a un Zaragoza que quiere subir a Primera y volver a bajar al barro para medir fuerzas con el Valencia Mestalla representa toda una montaña rusa de la cual el club grana ha salido muy bien parado.

Las pretemporadas son eso, preparaciones. En muchos casos, no sirven de indicadores de lo que tiene que acabar pasando. Sin ir más lejos, el Nàstic de Lluís Carreras parecía, guardando las distancias, el Barça de Pep Guardiola y, al final, aquella historia acabó con el técnico despedido en la cuarta jornada. En esta ocasión, sin embargo, parece que la buena preparación puede ir acompañada de los resultados esperados. El equipo entrena bien y, esta circunstancia, se ve reflejada en los partidos.

Con respecto a los signos de identidad del Nàstic 2020-21, estos han quedado bien definidos. El conjunto de Seligrat será un equipo intenso, que nunca dé ninguna pelota por perdida. Todos los jugadores, en bloque, formarán parte de un entramado defensivo que intentará dejar la portería propia a cero en la mayoría de enfrentamientos. A partir de aquí, el Nàstic crecerá y buscará el gol con un mínimo de tres futbolistas en la parte ofensiva.

Contundencia atrás, esfuerzo y entrega en el centro del campo y sacrificio y verticalidad a la delantera en un Nàstic que, de momento, ha empezado a utilizar un 4-3-3 que parece que le va como anillo al dedo y que, con la tipología de futbolistas con qué cuenta, todo hace indicar que será el sistema más utilizado por Seligat, al menos de inicio.

La portería y la defensa

Con respecto a los jugadores que apuntan a la titularidad o, como mínimo, a tener más protagonismo de cara a la temporada que empieza en cuatro semanas, ya se empieza a dibujar por donde irán los tiros. Bajo palos, aunque Gonzi, recientemente fichado del Alavés, ha demostrado buenas maneras, Wilfred es la apuesta del club para comandar al Nàstic hasta el éxito. Por lo tanto, si no hay ninguna sorpresa, será él el hombre escogido para ponerse los guantes.

La defensa también parece clara. Carlos Albarrán, a falta que se recupere completamente Pol Domingo, apunta a titular en el lateral derecho, mientras que Joan Oriol parece indiscutible en la izquierda. A pesar de la llegada de Quintanilla, central del Ibiza, Marc Trilles y Jesús Rueda serán los titulares en el eje de la retaguardia.

El centro del campo y el ataque

En el centro del campo de tres hombres, ya hay más dudas. El incombustible Fausto Tienza jugará sí o sí. Aunque Fran Miranda apuntaba a ser indiscutible, parece que va perdiendo bastante en favor de Javier Ribelles, una de las sorpresas agradables de la pretemporada. Esta tercera plaza está reservada para Francesc Fullana, en caso de que acabe llegando, aunque la irrupción de Javier Bonilla en la línea de medios lo coloca también como uno de los favoritos para ocuparla.

Arriba, alternativas, muchas. Ahora bien, tres futbolistas se presumen como titulares un poco por encima del resto. En la derecha, Brugui ha encontrado su lugar. A pesar de ser zurdo, aprovecha su calidad para entrar ningún dentro y servir asistencias milimétricas en el extremo opuesto o en lo mismo punta, un Gerard Oliva que se ha ganado el sitio por encima de un Pedro Martín que, tal y como se preveía desde hace algunos meses, partirá muchos duelos desde la banda izquierda. Otros jugadores como Fran Carbia, Pol Ballesteros, Pol Prats o Thomas Amang tendrán que esperar, pacientes, a tener su oportunidad.