Brugui coge el mando

Roger Brugué y diez más. Esta fue la sensación con la cual se quedaron muchos aficionados del Gimnàstic de Tarragona la temporada pasada, cuando el atacante gerundense se confirmó como uno de los mejores jugadores del equipo, a pesar de la mala temporada, en líneas generales, que realizaron los grana. Lejos de apagarse o de conformarse con tirar del carro de un equipo que hacía aguas por todos lados, el zurdo ha seguido ganando galones esta temporada hasta acabar de consolidarse en una banda derecha en la cual nadie, a día de hoy, le discute el sitio.

Brugui ha sido un ejemplo de perseverancia y constancia, características que lo llevaron|trajeron del CF Pobla de Mafumet en el primer equipo y que lo han convertido en un ídolo en el Nou Estadi y en un futbolista imprescindible para Toni Seligrat, que ya declaró su amor por el jugador desde su llegada. En una de las temporadas más importantes de la historia del Nàstic, Brugui no quiere perder la oportunidad de dar un paso más y de llevar a su equipo a la profesionalidad, devolverlo allí donde muchos opinan que se merece.

Las posibilidades que ofrece Brugui en el Nàstic son infinitas. Un media punta de raíz, se ha tenido que reinventar en la banda derecha para actuar a pierna cambiada. Como no es un extremo al uso, el gerundense tira de calidad para hacer aquello que tanto se ha puesto de moda en los últimos años en el mundo de fútbol, y es entrar de fuera hacia adentro para probar el chute a portería o algún pase que facilite acciones futuras del resto de delanteros.

Brugui ya ha demostrado que es todo un experto en las dos facetas. Durante el partido que disputó el Nàstic delante del Zaragoza en el Nou Estadi la pasada semana (1-0), Roger Brugué ofreció todo un recital de asistencias milimétricas desde la banda derecha. Diagonales hacia Pedro Martín o buscando a cualquier otro futbolista que quisiera aparecer y aprovechar una esférica deliciosa para poder controlar o, directamente, disparar a portería.

Los pases, en muchas ocasiones, van precedidos de una acción de desequilibrio por parte de Brugui, al cual no le faltan ni la calidad ni la entrega, dos características, sobre todo la segunda, imprescindibles para poder tener presencia en los onces de Toni Seligrat.

No todo se queda aquí, ya que Brugui también tiene gol. Hay que recordar el golazo que anotó este sábado al Antonio Puchades contra el Valencia Mestalla, desde más de 30 metros y sin pensárselo, después de recoger un rechace en una pelota luchada por Carbia durante el 0-2 ante el filial valencianista.

Un año de contrato

El Nàstic no se equivocaría si apostara por una ampliación de contrato del futbolista, al cual no le faltarán novias a partir del 1 de enero de este 2021, que es cuando falten seis meses para la finalización de su contrato.

Una gran cantidad de integrantes de la plantilla grana se encuentran en la misma situación, pero la juventud, la proyección y las prestaciones que está ofreciendo a este futbolista lo convierten en el perfecto candidato para que una lluvia de clubs, siempre que las lesiones le respeten, se interesen en sus servicios de cara a la 2021-22.

De hecho, tal y como explicó este diario hace algunas semanas, el interés de entidades de Segunda División A por Brugui este pasado verano ha sido real. Aparte, algún club de Segunda B también ha preguntado por el futbolista, aunque el Nàstic no ha recibido ninguna oferta en firme, ya que todo el mundo está esperando que el contrato de Brugui finalice para llevárselo libre de traspaso y poder proponerle unas mejores condiciones.

El Nàstic, de momento, no ha realizado ningún movimiento al respecto, ni con Brugui ni con el resto de futbolistas que finalizan su contrato en los próximos meses, ya que todos los esfuerzos del club están puestos en intentar el ascenso a Segunda División A y a acabar de rematar la actual plantilla, a la cual tan sólo le falta alguna pincelada (Francesc Fullana) para quedar completada y poder luchar por todo aquello que se ha propuesto.