Joel ha vuelto para quedarse
El atacante del Nàstic está cuajando una gran pretemporada y Toni Seligrat cuenta con él para participar con el primer equipo
Eran cuatro los nombres que, desde antes de finalizar la pasada temporada, sonaban como marchas «cantadas» de cara a este mercado de verano. Excepto los futbolistas que finalizaron contrato con el Gimnàstic de Tarragona y que, o bien porque no contaban para el club o bien porque no aceptaron la oferta de renovación se acabaron marchando, cuatro eran los nombres en rojo para abandonar la entidad tarraconense: Jonathan Pereira, Ferran Giner, Romain Habran y Joel Marín.
Los tres primeros no cuentan para nada y el club lleva semanas buscándoles una salida, la más beneficiosa posible para las arcas de un Nàstic que no se puede permitir gastos más allá de los necesarios. El caso del cuarto, que ya era diferente de origen, ha acabado de cambiar radicalmente a medida que avanzaba la pretemporada. Y es que Joel se queda.
El joven atacante ocupa ficha sub-23, por lo que no es un problema para Toni Seligrat, entrenador grana, que está encantado de la actitud y del rendimiento del futbolista. El técnico ya explicó a este medio la semana pasada en una entrevista que «este» Joel es el que él quiere a su equipo. Por lo tanto, se dan todos los condicionantes para que el futbolista se quede, sea uno más y luche por los minutos que él quiere y necesita a sus 22 años.
Hay una sobrepoblación en la parte atacante del Nàstic que hará que el concurso del futbolista sea complicado, pero él tiene ganas de asumir el reto e intentar formar parte de una plantilla ganadora y que tiene el único objetivo de subir a Segunda División A.
Joel Marín, o Joel Lasso, nombre de batalla desde la pasada temporada (su nombre es Joel Marín Lasso) tendrá que competir, ni más ni menos, que con seis compañeros si quiere hacerse un sitio en alguno de los dos extremos, demarcación que acostumbra a ocupar. Brugui, Pol Ballesteros, Pol Prats, Fran Carbia, Pedro Martín y Thomas Amang no lo pondrán fácil. Ellos y el mismo Joel tienen todavía una gran parte de la pretemporada (más de tres semanas) para dar los máximos quebraderos de cabeza a un Toni Seligrat, que, a pesar de este overbooking, todavía habría pedido a un futbolista atacante para completar la plantilla. Eso sí, como que con la más que posible llegada de Francesc Fullana no quedarían fichas no sub-23 libres, si el jugador que llegara fuera mayor de 23 años, otro futbolista se tendría que marchar. Probablemente, viendo la confección de la plantilla, si se produjera esta hipotética incorporación, el que se tendría que marchar sería uno de estos seis jugadores de lado antes mencionados.
En el Badalona
Joel subió al primer equipo el verano del 2020. Tanto la dirección deportiva, encabezada por Sergi Parés, como el entonces técnico, Xavi Bartolo, creyeron oportuno en invierno, viendo su nula participación, que lo mejor para el futbolista era buscar una salida en forma de cesión para no perder un año entero y, además, para ganar minutos en Segunda División B. El Badalona fueel destino de Joel, aunque la experiencia no fue precisamente positiva.
Si en el Nàstic, en toda una primera vuelta, jugó nueve minutos de Liga, en Badalona disputó 189, repartidos en seis partidos y tan sólo dos como titular. Las cifras son muy desesperanzadoras, ya que el de Igualada se marchó en busca de una continuidad que nunca encontró y que le tenía que servir para poder volver al Nàstic con galones de hombre a tener en cuenta. Esta confianza, sin embargo, se la ha ganado durante la pretemporada y, en principio, según las palabras de Seligrat, será uno más en el Nàstic.