Wilfred falla, pero el árbitro más (1-0)
El colegiado no señala un penalti clarísimo a Gerard Oliva en el 93’ y el meta del Nàstic no rechaza bien en la jugada del único gol del duelo
Un error de Wilfred y una lamentable actuación arbitral en forma de penalti clarísimo no señalado a favor del Nàstic marcan el estreno de la conjunta grana en la 2020-21. Derrota en Barcelona en un partido entre dos equipos que propusieron poca cosa. Detalles decidieron un partido que tan sólo dejó un gol, el de Arnau Comas, con la colaboración de un Wilfred que no estuvo nada acertado a la hora de rechazar un córner. La dejó muy blanda y el central del Barça se la encontró y acabó empujándola, de rebote, al fondo de la red.
Seguramente, sin embargo, la jugada más decisiva del enfrentamiento no fue la del gol, sino un penalti clarísimo a Gerard Oliva que el árbitro, sus motivos tendría, no quiso señalar. Casi le rompen la camiseta al jugador del Nàstic en una de aquellos agarrones que, si no se señalan, es por algún motivo concreto. No ver este penalti no es posible y decisiones como esta son las que pueden condicionar el futuro de un equipo que no puede permitirse no sumar en una primera fase de campeonato tan corta como la que se presenta. Aparte, Jandro tenía que haber sido expulsado, pero Sergio Pérez Muley también tomó la determinación de no mostrarle la segunda amarilla. Y eso que en el primer acto castigó prácticamente cada falta con una cartulina.
Ofensivamente, el Nàstic demostró poca cosa y el centro del campo grana no existió prácticamente. Ahora bien, jugar contra el Barça B, el equipo, con diferencia con mayor presupuesto de la categoría, nunca es sencillo.
Las sensaciones que dejó el Nàstic en el Estadio Johan Cruyff fueron en consonancia con lo que ya se ha ido viendo a lo largo de la pretemporada. Un equipo muy sólido atrás, fiable, y que también crea ocasiones de gol. El peine|pinta de este equipo es muy bueno, pero en un campeonato lliguer tan extraño como lo que se prevé, sumar de tres en tres cada fin de semana es una situación prácticamente ineludible si lo que se quiere es quedar entre los tres primeros.
Joma, técnico a causa de la baja de Toni Seligrat por haber sido en contacto con un caso de coronavirus, apostó para el 4-3-3 a que propone el Nàstic esta temporada. Sorprendía la suplencia de Marc Trilles y le suplía Quintanilla. En el centro del campo, Bonilla le ganó la partida a Francesc Fullana y, el resto, los que se esperaban. Con Wilfred bajo palos, la defensa la formaban Albarrán, el mismo Quintanilla, Jesús Rueda y Joan Oriol. A Bonilla lo acompañaban Fausto Tienza y Javier Ribelles a la medular, mientras que, arriba, Brugui, Gerard Oliva y Pedro Martín eran los escogidos.
Empezó controlando el partido el equipo de García Pimienta, pero el Nàstic, que fue capaz de leer el duelo a la perfección, igualó fuerzas rápidamente e impidió que los azulgranas pudieran salir con pelota controlada en una gran cantidad de ocasiones. El centro del campo del Nàstic, como era de prever, se mostró mucho menos vistoso, ya que el dinamismo de los futbolistas del filial azulgrana impide que los rivales brillen en la zona de creación.
El colegiado se recreó durante el primer acto, en el cual mostró hasta cinco cartulinas amarillas. Prácticamente cada contacto suponía una tarjeta, con la que los jugdors de los dos conjuntos tuvieron que adaptarse a la situación. Wilfred no paró ninguna pelota en el primer acto y quien llevó más peligro fue la conjunta grana. A los cuatro minutos lo probaba Ribelles con un remate que salió alta, pero la ocasión más clara la tuvo Bonilla, a los dieciocho minutos de juego. Intentó el zurdo emular el gol que le marcó al Barça de Ronald Koeman en pretemporada, però su tiro se marchó alto. La jugada se inició con una grande centrada de Carlos Albarrán desde la derecha para que Pedro la dejara de cabeza y Bonilla, de primeras, disparara alto.
A la media hora, un remate de Rueda en una acción a pelota parada llevó peligro a la portería defendida por Iñaki Peña y, poco a poco, el Nàstic crecía con un espectacular trabajo de presión que se traducía con un Barça que, poco a poco, retrasaría filas, hasta que llegó el descanso.
Llega el gol
En el segundo acto, el Barça volvió a convertirse en el dominador, con la diferencia que marcó el gol en la primera ocasión clara de que dispuso. Fue en un córner en el cual Wilfred abrió, ya que no se mostró contundente en la salida, situación que aprovechó Arnau Comas por|para, con mucha suerte, rematar en el fondo de la red. La pelota la tocó Wilfred y rebotó en el defensor del Barça, que situó el 1-0.
Con la diana, el Nàstic se descolocó durante unos minutos, pero Joma reaccionó y dio entrada a un Thomas Amang que fue el hombre más peligroso de los tarraconenses durante todo el partido. De hecho, el africano disfrutó de una buena ocasión de gol después de recibir una asistencia de Rueda dentro del área, que no pudo rematar con claridad.
Con el Nàstic volcado completamente al ataque, el colegiado decidió no señalar el penalti de que podría haber significado un punto para un Nàstic que arranca sin puntuar y que ya sólo puede pensar en ganar el próximo domingo en el Nuevo Estadio.
FICHA TÉCNICA
Barcelona B. Iñaki Peña, Solano, Ramos Mingo, Arnau Comas, Mingueza, Oriol Busquets, Illaix Moriba (Peque, 92), Jandro (Lucas de Vega, 61), Konrad de la Fuente (Hiroki Abe, 61), Zeballos (Álvaro Sanz, 92) y Gustavo Maia (Matheus, 80).
Nàstic. Wilfred, Albarrán, Quintanilla, Jesús Rueda, Joan Oriol, Javier Ribelles (Joel Marín), Fausto Tienza (Francesc Fullana, 58), Javi Bonilla, Brugui (Fran Carbia, 73), Gerard Oliva y Pedro Martín (Thomas Amang, 73).
Goles. 1-o, Arnau Comas (57).
Árbitro. Sergio Pérez Muley (madrileño). Mostró la tarjeta amarilla a los locales Jandro, Zeballos, Illaix Moriba y Mingueza; y a los visitantes Brugui, Javier Ribelles y Fausto Tienza.
Incidencias. Partido a puerta cerrada en el Estadio Johan Cruyff.