Javi Bonilla vale por tres
El lateral ahora actúa como mediocampista y este domingo jugó durante la segunda parte como extremo izquierdo, polivalencia pura
Javi Bonilla son tres jugadores en uno. Sintetizando, es un lateral izquierdo que puede jugar perfectamente de extremo por la misma banda y que esta temporada, por circunstancias del guion, actúa como interior.
El futbolista zurdo se ha convertido en uno de los fijos de Toni Seligrat esta temporada. De hecho, desde la pretemporada ya dejó claro que quería ser tanto o más importante que la campaña pasada y fue una de las mayores sensaciones. Su gol contra el Barça en el Johan Cruyff fue la culminación de un gran trabajo y de una perfecta adaptación al centro del campo, por delante del llamado pivote en el fútbol moderno y al lado de otro interior, por detrás siempre de los tres delanteros.
Este pasado domingo, durante el decepcionante empate de los tarraconenses en el Municipal Sagnier delante del Prat (1-1), Bonilla no tuvo su mejor día. Completó un partido discreto, por decirlo de alguna manera. No era el mejor enfrentamiento para aquellos jugadores que destacan por su calidad en las botas y Bonilla, así como Fullana, lo acabaron pagando. Los únicos que pudieron demostrar fútbol fueron los extremos, Brugui durante todo el partido y Pol Ballesteros en los primeros 45 minutos, antes de ser sustituido.
En este duelo, Bonilla volvió a demostrar su polivalencia, una calidad muy demandada en los equipos de cualquier categoría y que está muy bien pagada. El ex del Ibiza empezó actuando de interior y, después del descanso, cuando Toni Seligrat dejó a Ballesteros en los vestuarios, pasó a Bonilla en el extremo izquierdo. Como el Nàstic hizo un paso atrás ena la segunda mitad, ni él ni ninguno de los atacantes pudieron brillar.
Indiscutible
Seligrat sabe la importancia que tiene contar con un futbolista como Bonilla sobre el verde. Su calidad en la pierna izquierda, su trascendencia en las acciones a pelota parada (faltas y córners) y las suyas precisas centradas no se pueden dejar en el banquillo y, en una categoría como la Segunda División B en la cual los pequeños detalles deciden partidos, Bonilla no es negociable.
El zurdo lo ha jugado prácticamente todo Liga esta temporada. Ha sido titular en los cuatro partidos que se han disputado y tan sólo no finalizó el tercero, el de la victoria contra el Olot (2-0) en el Nou Estadi. De hecho, ha sido el único triunfo de los grana en lo que va de campaña.
Este dato pone de manifiesto un dato: cuando el partido está ajustado y no está solucionado, Bonilla continúa en el césped. 90 minutos en la derrota contra el Barça B, 90 más en el empate en casa delante del Badalona, los 82 mencionados en el triunfo contra los de la Garrotxa y el partido entero en el Prat. Hasta ahora, es intocable.