Lleida es cruel con el Nàstic (2-2)
Un penalti inexistente priva a los de Toni Seligrat de un triunfo que tenían muy encaminado con las dos dianas que anotó Joan Oriol
Empate de aquellos que duelen el que ha sufrido del Gimnàstic de Tarragona en el Camp d'Esports de Lleida. Penalti inexistente el que señaló el colegiado en el descuento y que privó a los tarraconenses de un triunfo que se habían merecido con dos grandes dianas de Joan Oriol que, desgraciadamente, no sirvieron para sumar los tres puntos. El Nàstic sigue como líder en solitario, pero sin la distancia que le habría gustado. Por cierto, nueva expulsión de Carlos Albarrán, que vio la segunda amarilla en las postrimerías del enfrentamiento.
Toni Seligrat no faltó a su cita con los cambios en el once. No hubo ninguna modificación en la portería, donde Wilfred continuó bajo palos. En el lateral derecho volvió Carlos Albarrán, que cumplía su partido de sanción. A la izquierda seguía actuando Joan Oriol, mientras que en el eje, a causa de las bajas de Jesús Rueda y de Marc Trilles, el compañerode Quintanilla era Pol Domingo. En el centro del campo, con la suplencia de Bonilla, los escogidos eran Fran Miranda, Fausto Tienza y Francesc Fullana. Brugui, insustituible en la banda derecha, con Pedro Martín en punta a causa de la baja de Gerard Oliva y, a la izquierda, Fran Carbia.
Dominio total de la conjunta grana a la primera mitad. Este equipo ya no es capaz tan sólo de ganar, de remontar o de golear, sino que también ha aprendido a dominar el juego en todo tipo de situaciones. El Camp d'Esports no es el que más se deja controlar de todos los de Segunda B, pero los de Seligrat lo consiguieron.
Sin sufrir ningún problema defensivamente, el Nàstic se hizo grande a base de llevar el juego de lado a lado y de tocarla de forma tan rápida como para despistar a un rival que no sabía de dónde le venían y que tuvo que defenderse desde el primer minuto.
El juego del Nàstic, al principio, no fue acompañado de ocasiones muy claras. Brugui, por banda derecha, metía miedo al rival cada vez que cogía la pelota, pero era Fran Carbia el mayor protagonista, ofensivamente, del equipo grana. Un chute cuando pasaban diez minutos o una acción en la cual cayó dentro del área empujado por un rival fueron los primeros avisos de un futbolista que, poco a poco, fue creciendo. De hecho, la titularidad hace grande a cualquiera y Fran Carbia es de aquellos jugadores que ganan mucho si juegan más minutos. Un tímido remate de cabeza de Brugui en el 37’ tras un centrode Albarrán fue la penúltima ocasión del Nàstic en una primera mitad en la cual ninguno de los dos porteros tuvo que intervenir, aunque al final del primer acto las ocasiones claras aparecieron de golpe. Fausto Tienza, a cuatro minutos del descanso, se encontró una esférica dentro del área, una pelota muerta que fusiló, pero que se encontró con el cuerpo de un defensor. Por parte local, Diana remató al travesaño una falta lateral en el 43’ que, junto con la de Tienza, fueron las ocasiones más claras de los primeros 45 minutos.
Golazo de Oriol
La segunda mitad estaba hecha a medida por el Nàstic. Con el partido controlado, faltaba la guinda, en forma de gol. Dicho y hecho. Bien, fue un golazo el que hizo Joan Oriol cuando habían pasado siete minutos de la segunda mitad. Un rechazo que recogió el lateral a unos 30 metros que, sin pensárselo, envió al fondo de la red. La esférica chocó con la madera, pero acabó en el fondo, con lo que el Nàstic ya había conseguido su primer objetivo.
Acto seguido, Seligrat movió el banquillo. Carbia y Fullana abandonaron el campo por Pol Ballesteros y Javi Bonilla. Extremo por extremo y centrocampista por centrocampista. Ballesteros no se imaginaba que sería el protagonista de lo que podría haber resultado la sentencia. Y es que un magnífico contraataque grana casi acabó en el segundo de los visitantes. Gran acción de Pedro Martín en la contra, que deja solo a Brugui, quien ve en Ballesteros el cual, anteel portero, intenta ponerla por encima y acaba encontrándose con la mano salvadora de Víctor. El Nàstic se gustaba, pero sabía que lo importante eran los tres puntos. Por lo tanto, el equipo tenía que trabajar defensivamente más que nunca.
Más refresco
Un cuarto de hora faltaba para la finalización del enfrentamiento. Seligrat sabía que era necesario volver a refrescar el equipo, y volvió a cambiar a un delantero y un centrocampista. Oliva y Ribelles por Pedro Martín y Tienza. El partido seguía controlado y no era necesario trastocar el dibujo de un equipo que está ganando en solidez que ha demostrado con creces que puede ser el amo absoluto de este subgrupo 3.ª de Segunda Divisio B.
Pero era el día de Joan Oriol, y todavía no lo había dicho todo el lateral. Este Nàstic se siente cada día más a gusto también contraatacando y, en una de estas, Pol Ballesteros hace una acción de maestro para habilitar a Joan Oriol. El lateral aparece como por arte de magia y fusila al meta, a nueve minutos del final.
Puso el miedo EN El cuerpo Joanet cuando, a tres minutos del final del duelo, envió al fondo de la red una esférica que significó el 1-2. En un error colectivo en defensa de los tarraconenses, apareció el futbolista local para anotar una diana que parecía que tenía que servir para poco, pero que fue decisiva después del penalti que sirvió en los locales para sumar un punto inesperado.
FICHA TÈCNICALleida Esportiu. Víctor, Diana, Simic, Chavero, Abrahám Minero, Marc (Escarpa, 46), Cano (Álvaro González, 64), Abel (Bagayoko, 64), Eneko (Pladevall, 46), Quim Araujo (Joanet, 83) y Raúl.
Nàstic. Wilfred, Carlos Albarrán, Pol Domingo, Quintanilla, Joan Oriol, Fran Miranda, Fausto Tienza (Javier Ribelles, 74), Francesc Fullana (Javi Bonilla, 58), Brugui (Pol Prats, 85), Pedro Martín (Gerard Oliva, 74) y Fran Carbia (Pol Ballesteros, 58).
Goles. 0-1, Joan Oriol (52); 0-2, Joan Oriol (81); 1-2, Joanet (87); 2-2, Raúl de penalti (93).
Árbitro. Iván Caparrós Hernández (valenciano). Mostró la tarjeta amarilla en los locales Abrahám Minero, Abel, Cano y Diana; y a los visitantes Fran Carbia y Carlos Albarrán (2, 90).
Incidencias. Partido a puerta cerrada en el Camp d'Esports de Lleida.