Ballesteros vuelve a rescatar al Nàstic (2-2)

El Gimnàstic de Tarragona no pudo sumar los tres puntos en el primer partido del 2021. Los tarraconenses cedieron un empate contra el Cornellà (2-2) a pesar de ponerse por delante en el marcador gracias a un Brugui que, nuevamente, brilló. Errores defensivos de Albarrán y de Quintanilla pusieron por delante en el Cornellà y, el de siempre, Pol Ballesteros, salió desde el banquillo para rescatar un punto.

Con Gonzi bajo palos, ya que era el único portero del primer equipo disponible, Toni Seligrat volvió a sorprender con una alineación con novedades. En la defensa, Jesús Rueda era quien formaba pareja en el eje con Quintanilla, mientras que Carlos Albarrán y Joan Oriol seguían en las bandas (derecha e izquierda, respectivamente).

Gran novedad la de Javier Ribelles en la medular. Es un jugador que, a pesar de la gran pretemporada realizada, en la cual actuó tanto en el centro del campo como en la retaguardia, no ha tenido continuidad en partidos oficiales. Contra el Cornellà, sin embargo, le llegó el turno. Por delante, Fausto Tienza y Javi Bonilla, con qué Francesc Fullana quedaba relegado al banquillo. Arriba, los tres más habituales: los insustituibles Brugui y Oliva y un Pedro Martín que ha vuelto a hacerse fuerte en la banda izquierda.

Se esperaba el Nàstic un partido complicado, y así fue. El Cornellà empezó más fuerte, buscando sorprender pronto, consciente de que los últimos minutos serían complicados para un equipo que, hacía pocos días, había eliminado de la Copa del Rey al líder en solitario de la Primera División. El hecho de que los barceloneses no llegaran con claridad, mezclado con el buen trabajo que hacían los de Seligrat defensivamente, fue vital para poder abrir la lata.

Los tarraconenses fueron capaces de dominar sin pelota y de sentirse poco incómodos cuando no tenían la posesión del esférico. Sus llegadas tuvieron lugar a cuentagotas, pero fueron más decisivas que las del rival. La primera, de Fausto Tienza con un tiro seco y raso en un rechazo, que desvió el meta visitante Ramón. La segunda sí que fue decisiva, y tuvo como gran protagonista a un chico que está de dulce y que, cada día que pasa, está demostrando que la Segunda División B se le está quedando más pequeña. Brugui fue quien abrió la lata rematando, de primeras, una buena centrada, a media altura, que le llegó desde la banda derecha. El asistente fue Carlos Albarrán, quien se marcó una gran acción por su lado que remató al gerundense con un chute con clase, como los que él tiene acostumbrados a los suyos.

Ahora bien, Albarrán no estuvo tan acertado en el gol del empate del Cornellà, así como parte de la defensa de un Nàstic que permitió que, a diez minutos del final, Chiki rematara a placer desde el interior del área en una acción tan desafortunada como evitable. El final de la primera mitad fue una auténtica pesadilla para los de Seligrat, ya que un nuevo error, esta mucho mayor, permitió al Cornellà remontar y marcharse 1-2 al descanso. Nefasto control de Quintanilla, quien regaló el esférico a Agus Medina. Este, delante de Gonzi no falló y, después de diez minutos para olvidar, el Nàstic se volvió a marchar a un descanso con la necesidad de remontar un resultado adverso.

En la reanudación, como mandaba el resultado, el Nàstic fue a por todas. Arrinconó al rival en su propia área, a la espera de poder conseguir empatar y, de esta manera, tener opciones de sumar los tres puntos. Seligrat vio que el centro del campo necesitaba alguna cosa diferente, más control y dinamismo, por lo que dio entrada, en el 54’, a Francesc Fullana, sustituyendo Ribelles. Fausto Tienza retrasó un poco su posición, y el isleño se aparejó con Javi Bonilla, dotando de más chispa a la medular.

Más cambios

El carrusel de cambios continuó y, seis minutos más tarde, entraron Joel Marín y Pol Ballesteros, por Fausto Tienza y un desafortunado Gerard Oliva, que no tener su mejor día. Sin Tienza en el campo, el centro del campo ya era casi un segundo ataque, con el mismo Joel haciendo pareja de interiores con Fullana y con Bonilla de centrocampista defensivo. Más carne en la parrilla, imposible.

También movió banquillo Guillermo Fernández. Rubio, lesionado, dejó su lugar a Presa y hubo cambio de delanteros, con la entrada de Pablo Fernández. El Nàstic seguía sintiéndose muy incómodo sobre el verde y se encomendaba a Brugui, que era por quien pasaban todas las pelotas. El zurdo añadía sentido, pero el resto no acompañaba.

Veía Seligrat que el partido se le escapaba y, con la intención de espolear a los suyos, salió del banquillo en reiteradas ocasiones con gritos, pero no surgía efecto. En el 78’, Joel Marín sacó, con la cabeza y bajo los palos, una pelota que entraba y que habría significado la sentencia.

Locura final

Seligrat agotó los cambios, y dejó claro que, si el gol no llegaba, no tenía que ser por falta de pólvora. Entraban Pol Prats y Fran Carbia por Pedro Martín y Bonilla. Dos minutos después, y en siete del final, todo tuvo su efecto. El protagonista, el de siempre a las segundas mitades. Pelota que le cae a Pol Ballesteros en el interior del área y, sin pensárselo, fusila a Ramón. Cuatro dianas lleva ya tan sólo jugando ratos, quizás es el momento que Ballesteros sea de los once de inicio.

La remontada se quedó a medias y el Nàstic inicia el curso con una igualada en casa.

FICHA TÉCNICA

NÀSTIC : Gonzi, Carlos Albarrán, Quintanilla, Jesús Rueda, Joan Oriol, Javier Ribelles (Francesc Fullana, 54), Fausto Tienza (Pol Ballesteros, 61), Javi Bonilla (Fran Carbia, 81), Brugui, Gerard Oliva (Joel Marín, 61) y Pedro Martín (Pol Prats, 81). CORNELLÀ: Ramón, Astillara, Borja García, Pol Moreno, Rubio (Presa, 70), Rulo, Dorca, Agus Medina, Eloy Gila (Maxi, 87), Guzmán y Chiki (Pablo Fernández, 71). GOLES 1-0, Brugui (23); 1-1, Chiki (35); 1-2, Agus Medina (45); 2-2, Pol Ballesteros (83). ÁRBITRO Francisco Javier Fernández Vidal (Valenciano). Mostró la tarjeta amarilla al local Javier Ribelles. INCIDENCIAS Partido a puerta cerrada en el Nou Estadi.