«Me gustaría ser presidente del Athletic Club de Bilbao»
El jugador, que ya lleva dos goles, cree que acabar partidos jugando de delantero, como pasó contra el Espanyol B, «no sería una buena señal»
—¿Cómo se encuentra?
—Con confianza y ganas de continuar con esta dinámica y tener posibilidades de ascender.
—Fue el último central a llegar este mercado de verano. ¿Cómo fue su fichaje?
—Con Sergi (Parés, el director deportivo) ya había tenido contactos otros años. El primer año que yo jugué en Segunda y él estaba en el Reus, hablamos. Aquí, estuvimos hablando dos o tres semanas antes de venir. Al final, se dieron las circunstancias para venir y estoy muy contento.
—¿Por qué puso por delante al Nàstic a otras opciones?
—Porque es un club que ha estado en otra categoría, otra dimensión. Aparte, el Nou Estadi, la masa social... es un proyecto muy atractivo.
—¿El Nàstic es el club que Quintanilla esperaba?
—Sí. La lástima es que no estás con la gente, como está sucediendo en todos sitios. Todavía me queda mucho por descubrir en Tarragona.
—Los buenos resultados están llegando sin público. ¿Tan determinante es que haya gente en las gradas?
—Los resultados, con gente, tendrían que ser mejores. Sentir el apoyo de los tuyos siempre te otorga un plus. Para nosotros, sería un añadido tener la gente. De hecho, yo he jugado aquí y he visto que la gente, cuando está implicada con el grupo, es un campo más complicado todavía. Por lo tanto, a nosotros nos favorecería, todavía más que en otros, que hubiera gente en las graderías.
—Han tenido que pasar algunos meses para que el Nàstic haya sumado el primer triunfo a domicilio. ¿Por qué?
—Cuándo un equipo juega de local, el jugador se siente más libre y tiene aquella complicidad con los espacios, las rutinas. Nos ha costado mucho la victoria, pero ha habido dos partidos que se nos han escapado en los últimos minutos.
—¿Han condicionado tanto los arbitrajes a los resultados del Nàstic?
—Ha habido decisiones que han sido trascendentales en los resultados finales, pero no me gusta mirar fuera, ya que no aporta nada.
—Con futbolistas como Trilles o Rueda, para todo el mundo sería complicado encontrar un hueco para jugar, pero usted lo ha conseguido. ¿Se está reivindicando Quintanilla en Tarragona?
—Creo que tengo una trayectoria como para estar en un club como este con aspiraciones de jugar. He jugado en equipos de prestigio. Aunque la temporada pasada no fue buena para mí, hace dos jugué más de treinta partidos en Segunda A. Estoy contento de pertenecer a esta plantilla.
—¿Es habitual verle jugando de delantero centro, como contra el Español B?
—Me ha pasado algunas veces a lo largo de mi carrera, pero no sería una buena señal, ya que significaría que el equipo va a la desesperada.
—¿Su primer ascenso será con el Nàstic?
—Espero que sí. He disputado tres play-offs y no he podido ascender.
—¿Cuál es la clave en un play-off?
—Normalizar la situación y evitar altibajos emocionales.
–Quintanilla hace alguna cosa más aparte de jugar a fútbol.
—Sí, soy ingeniero y socio de un grupo de empresas.
—También está ayudando a una de estas empresas a minimizar la covid.
—Sí, estamos haciendo un respiradero, con técnicas diferentes en habituales. Ahora lo ensayaremos en humanos. Nació de manera altruista y, los resultados han sido tan buenos, que se ha acabado consolidando el proyecto.
—Entonces, ¿cuando usted acabe de jugar a fútbol, se ha acabado este mundo?
—Sí, no quiero ser entrenador, pero sí presidente del Athletic Club de Bilbao.
—¿Donde gana más dinero, como empresario o como futbolista?
–(Ríe). No me puedo quejar.