«Quería jugar y sentirme valorado como portero»

—¿Cómo se está encontrando en Tarragona?

—Muy bien, muy contento y con muy buenas sensaciones. Sobre todo, feliz.

—Feliz, ¿por qué?

—Porque me he encontrado un equipo que es como una familia, la ciudad me encanta y me sabe mal que la afición no pueda estar con nosotros.

—Durante el mercado de invierno, el Nàstic estuvo muchos días buscando un portero. Al final, llega José Aurelio Suárez. ¿Cuándo contactaron con usted para venir a Tarragona?

—La opción de venir al Nàstic fue muy rápida. Mi representante me avisó un viernes y el sábado ya estábamos haciendo la maleta.

—Qué se le pasa por la cabeza a un futbolista con contrato a Segunda División A, con el Girona, para rescindir y fichar por el Nàstic, que juega en Segunda B?

—No tuve ninguna duda. Mi situación en Girona no fue muy buena, no tuve protagonismo y quería jugar y sentirme valorado como portero.

—Ha pasado por el Barça B, por el Girona y ahora juega al Nàstic. ¿Le gusta Cataluña o no ha tenido ofertas de fuera?

—Llevo muchos años en Cataluña, prácticamente once años. Sí que es verdad que me he recorrido muchos equipos catalanes, pero estoy muy contento en esta tierra y he tenido muy buenos compañeros aquí, y eso es con lo que me quedo.

—¿En qué momento empezó a pensar que su futuro en el FC Barcelona no pasaría de jugar en el filial?

—Cuando juegas en el Barça, jugar en el primer equipo es difícil. Los seis años que estuve allí crecí mucho como portero y, sobre todo, como persona.

—¿Formar parte del Barça es tan grande como se puede apreciar desde fuera?

—Sí, porque es un club muy grande, uno de los mejores del mundo. No son tan sólo los valores que te inculcan como futbolista, que son muy buenos, sino que son todavía mejores que los que te inculcan como persona.

—¿Con a qué jugadores ha entrenado del primer equipo del Barça que recordará toda la vida?

—Con Messi. También Busquets, Ter Steguen, Jordi Alba...

—¿Qué pasó en Girona que no acabó de cuajar?

—Era un proyecto de futuro y, el primer año que estuve allí, estuve lesionado. Después, por el motivo que sea, no tuve ninguna oportunidad. Me quedo con qué el tiempo que estuve allí lo di todo, fui un profesional.

—¿Cuando le llamó el Nàstic le prometieron la titularidad?

—Ningún equipo te puede prometer que tienes que jugar. Vine aquí con la intención de tener minutos, pero hay otros compañeros, como Gonzi o Parra, que están entrenando muy bien. Vine a seguir trabajando, como lo estaba haciendo en Girona.

—¿Le sorprendió ser titular a las primeras de cambio?

—Sí que es verdad que cuando llegas necesitas un poco de adaptación, pero no fue una sorpresa porque me considero un portero que puede hacer mejor o peor las cosas, pero soy trabajador.

—La media de años de la portería del Nàstic, con usted, Gonzi y Parra, es de las más bajas de la categoría. ¿Este hecho atípico puede ser positivo para lanzar un mensaje a los porteros jóvenes?

—Es verdad que la mayoría de entrenadores buscan porteros que tengan experiencia, pero yo considero que no por el hecho de tener más partidos jugados significa que rendirás mejor que un portero de 20 o 21 años. Si un portero tiene cualidades, no es necesario que sea veterano.

—Salvó un gol cantado en Andorra. ¿Cree que en estos momentos es cuando se consiguen los ascensos?

—Los ascensos se ganan gracias a los once que estamos en el campo. Estamos en una muy buena dinámica, pero somos un equipo que lleva catorce jornadas sin perder, que hace muchas semanas que está líder y que está haciendo muchas cosas bien.