El regreso del público, una alegría generalizada
Los campos de fútbol y los pabellones volvieron a acoger alegría, aunque no completa
Este fin de semana fue muy especial. Fue el del regreso del jugador número 12 para el fútbol o del 6 en otros como el baloncesto o el hockey patines, para poner tres ejemplos. Las medidas contra el coronavirus se suavizaron un poco y la Generalitat de Catalunya permitió la entrada en campos y pabellones, siempre manteniendo unas medidas de seguridad mínimas y un aforo máximo, dependiendo de varios factores. Siempre, pensando en la seguridad de las personas y buscando el mínimo contagio por coronavirus.
Todos los clubs y entidades mezclaron esta alegría, para volver a ver a los suyos animando en todo momento, con un incremento del trabajo. Y es que los protocolos, las normativas y todo lo que está relacionado con el coronavirus implica un trabajo extra que siempre han estado dispuestos a asumir, pero que provocó la movilización de más gente del habitual.
Uno de estos casos ha sido el del Nàstic. El equipo, que juega en Segunda B, contó con un gran equipo de voluntarios, que ayudaron en todo momento a que todo saliera a la perfección. Así fue, tal y como detalla Lluís Fàbregas, director general del Consejo de Administración grana. «Estamos muy contentos de cómo ha ido la vuelta al estadio. Éramos de la opinión que, al menos, una tercera parte podría haber tenido cabida sin ningún riesgo, o sea, unas 4.000 personas, pero la normativa no lo hizo posible. A partir de aquí, nos adaptamos a las 1.000 personas».
Fue, para Fàbregas, «una gran alegría y una gran satisfacción, ya que hemos podido volver a tenerlos de nuestro lado». Con respecto al reparto de asientos, detalló que «quisimos premiar a la gente que hace más años que tiene el abono en la sección de fútbol, a las peñas y a los patrocinadores, que han estado con nosotros tanto en Segunda A como en Segunda B».
Por otra parte, el Reus Deportiu también contó con los suyos. Fueron 425 los espectadores que se acercaron al Palau d'Esports para asistir al clásico contra el FC Barcelona, partido que acabó con empate a un gol. Según la presidenta de la entidad rojinegra, Mònica Balsells, «fue una alegría inmensa volver a tener público, cinco meses después». La máxima mandataria recordó que todos ellos «siguieron el protocolo anti-covid en todo momento y nos animaron mucho para plantar cara al Barça, el líder del OK Liga».
Durante todo momento, en la megafonía del club se dieron las indicaciones oportunas y los espectadores no se pudieron levantar durante todo el duelo, como pasó en el resto de acontecimientos deportivos. Como añadido, el Reus Deportiu repartió folletines informativos del protocolo a los asistentes, a fin de que todo el mundo sapigués qué tenía que hacer en cada momento.
El CBT, el SPiSP y el CB Valls
Otro de los «grandes» de la provincia, el Club Bàsquet Tarragona, también se reencontró con su público. En la derrota contra el Gran Canaria (70-80), de las 300 localidades disponibles al pabellón del Serrallo asistieron un total de 150 personas. «Lo más importante, para nosotros, fue la seguridad de los espectadores, no tanto la cifra», detallaron a este medio desde el club azul. El CBT se muestra «muy agradecido que la gente tenga la posibilidad de volver al pabellón en este tramo decisivo de la temporada» y «estaremos encantados si, en el próximo partido, todavía pueden estar más, ya que ayudarán en el equipo, como siempre hacen».
El Pabellón Municipal de Sant Pere i Sant Pau en Tarragona también vivió su reencuentro con la alegría. En más, el CV Sant Pere y Sant Pau de Superlliga 2, se reencontró con los suyos con triunfo, 3-2, contra el Voleibol Mundet. Desde el club pusieron de manifiesto su satisfacción por como se desarrolló el duelo. «Fue, para nosotros, el primer partido con afición, pero también el último, ya que se ha acabado la fase regular de la Superliga 2», recordaron, ya que la primera fase se ha acabado y, el resto, se disputará en pista neutral. «Los jugadores siempre tuvieron apoyo a la gradería», apuntaron desde el club, que puntualizaron «la complejidad que tenía la ocupación del espacio, aunque primero dimos preferencia a socios, después a familiares de jugadores y, finalmente, al resto de la afición». Un equipo de voluntarios va se encargó de numerar los asientos antes del duelo «procurando que siempre estuvieran separados por grupos burbuja».
Finalmente, Magí Mallorquí, presidente del CB Valls, también quiso agradecer al público su asistencia el sábado, al Pabellón Joana Ballart, en el triunfo de su equipo sénior masculino ante el CB Artés (82-61). «El pabellón pudo disfrutar, un sábado más, del baloncesto, y lo hizo con todas las medidas de seguridad y de sanidad que ya hace tiempo que estamos cumpliendo, desde que empezó la pandemia», dijo Mallorquí, recordando que «nos encanta que todo el mundo pueda disfrutar del baloncesto y el sábado pudimos ver un buen partido».