Pierden la escopeta de Mar Molné y tiene que competir sin ella en el Mundial de la India

La morellenca Mar Molné tuvo que competir en la Copa del Mundo celebrada en la India el pasado mes de marzo con una escopeta que no era la suya. «La competición fue bien, dentro de lo que se podía esperar, ya que la culata no era la mía, era para diestrosy yo soy zurda», detalla Molné al DiariMés.

Todo empezó en el vuelo de ida, de Barcelona en París dónde, posteriormente, tenía que coger otro avión parair a Delhi, India. «Llegué al aeropuerto a las 4 de la mañana y el avión no salía hasta las 6.20 horas. No pude facturar hasta las 6 h. y eso hizo que tuviera que ir a toda prisa para no perder el vuelo», relata Molné, quién recuerda que «la chica que me atendió me cogió la escopeta y me dijo que yo fuera tirando hacia el avión porque llegaría tarde, así que fui hacia la puerta». Molné embarcó con normalidad, aterrizó en París y, nuevamente, volvió a coger un avión, en este caso para llegar a la destinaciónfinal, Delhi, pensando que la escopeta haría el mismo trayecto. Lo cierto es que, cuando llegó a Delhi, vio que la escopeta no estaba. «Pregunté en el aeropuerto si no les había llegado ninguna y no tenían ninguna información al respecto», relata Molné, quién añade que «cuando llegué al hotel me llamaron que la escopeta se había quedado en Barcelona». Fue entonces cuando su padre fue al aeropuerto para asegurarse que, esta vez sí, transportaban la escopeta. Por suerte, la competición todavía no había empezado y todavía había tiempo para que llegara a Delhi, pero no fue así. La escopeta se quedó en París, «donde tenía que hacer escala como hice yo y hablamos con Air France, que nos dicen que pondrán remedio. Al cabo de unas horas mi entrenador me dijo que el arma había ido a Amsterdam», lamenta Molné, quién apunta que «con todo eso, ya no pude hacer los entrenamientos oficiales». Al final, «un amigo que el entrenador tiene enDelhi nos dejó su escopeta, pero era para diestros», señala la morellenca, quien dice que «cuando estaba tirando lo di todo, pero tampoco podía esperar mucho». De hecho, cedió su plaza en la competición mixta a una compañera para no perjudicar el equipo. La escopeta acabó llegando a Delhi el día en que Molné tenía que coger el vuelo para volver a casa. Entonces, «hicimos muchos papeles en el aeropuerto, pero pudimos facturar la maleta y la escopeta y coger el avión justo». En la vuelta no hubo ningún incidente.