La portería, patata caliente para la dirección deportiva del Nàstic

Uno de los muchos frentes abiertos que tiene la dirección deportiva del Gimnàstic de Tarragona es la portería. Pendientes de la operación más importante, la del entrenador, los responsables deportivos de la entidad grana tienen que ir tomando decisiones y cerrando carpetas, aunque estamos a 25 de mayo e, incluso, queda más de un mes para cerrar el curso 2020-21.

El hecho de haber acabado la campaña antes del esperado, al no haber podido disputar el play-off de ascenso, ha provocado que las operaciones de cara a la campaña 2021-22 también se podrán acelerar. Primero, toca contratar al entrenador. Después, anunciarlo y, más adelante, tratar temas importantes relacionados con la plantilla. Uno de estos, es el que hay bajo los palos.

De cara a la próxima temporada, el Nàstic tiene dos porteros con contrato en vigor. Uno es Gonzi, que llegó la pasada campaña procedente del filial del Alavés y, el otro, Cheikh Sarr, que regresa de su cesión al filial del Oviedo, con más experiencia y minutos en sus botas.

Gonzi tiene un año más de contrato y, aunque siempre ha estado en la sombra de José Aurelio Suárez, ha completado actuaciones bastante destacadas. Todavía tiene 22 años y su presencia en la plantilla de la próxima temporada, en principio, no peligra nada.

El joven navarro fue capaz de ganarle la partida a Wilfred, que llegó como portero titular y que se tuvo que marchar en el mercado de invierno. Entre que no se adaptó a Tarragona y que sus actuaciones sobre el verde fueron más que discutibles, el andaluz pidió salir y llegó Suárez. Gonzi ha disputado un total de siete enfrentamientos enteros y ha convencido a una buena parte de la afición, que le ve como el meta del futuro en el Nàstic.

Por su parte, Cheikh todavía tiene dos años más de contrato con los tarraconenses. Esta pasada temporada disputó ocho enfrentamientos con el filial del Oviedo, a Segunda División B, en los cuales va enccaixar catorce dianas. Tiene mucho por aprender, está en plena formación y, quizás, el entrenador que venga, en conjunción con la dirección deportiva, encuentran más oportuno volver a cederlo porque, en Tarragona, es más que complicado que se quede. Por dos motivos: porque no habrá tres porteros y también porque Gonzi no se moverá.

Falta una pata en esta ecuación: el portero más veterano. Aquí, surgen dos posibilidades. El club está contento con José Aurelio Suárez, quien tenía cláusula de renovación si el equipo conseguía el ascenso a Segunda División A. Ahora bien, también existe la opción de ofrecerle la renovación a un meta que ha dejado buenas sensaciones y que, a sus 25 años, ha jugado quince partidos completos con el Nàstic.

El club grana vería con buenos ojos su continuidad, pero dependerá, en gran medida, del entrenador que acabe aterrizando la próxima temporada en el Nou Estadi. Si no lo quiere, el club se lanzará a por uno meta con experiencia y capaz de liderar el proyecto.