«Quería ser el primero a tener el carné y esperé desde las 7.10 horas»
Felipe Muñoz fue el primer privilegiado a contar en sus manos con el carné de abonado del Nàstic de la temporada 2021-22
El Nàstic es una pasión para todos aquellos que lo sienten como una cosa suya. Muchos socios ya han renovado el abono, pero, según datos del club, son 1.411 los que ya pueden tocarlo o, lo que es lo mismo, que ya tienen el carné físico en sus manos.
De estas más de 1.400 personas, el primero de todos fue Felipe Muñoz. No es nada extraño verlo en muchas ocasiones por las instalaciones de la Budellera, pero este pasado lunes, 12 de julio, fue más bien del habitual. «Me avisaron de que el lunes ya se podían recoger los carnés», recuerda Muñoz, quién hace una cronología de los hechos. A las 7.10 horas llegué, me senté al lado de la puerta de la entrada y, aunque no abrían hasta las nueve, conseguí ser el primero. Primero empezó a llegar la gente del bar y, un rato más tarde, gente a buscar el carné, pero yo era el primero», añade.
«Me hacía ilusión ser elprimero, y lo conseguí», se felicita, todo poniendo en valor el equipo que está haciendo el club, el cual, «me está ilusionando». «En dos años podemos ser equipo de Segunda A, porque Tarragona se lo merece, y este equipo lo tendrá que llevar el entrenador, que para eso ha venido», dice al respecto. Tampoco duda de su sentimiento por el club grana. «Amoel Nàstic desde que soy socio. He llorado, he tenido alegrías y he sufrido mucho», sentencia un Felipe Muñoz que, si puede, no se perderá ninguno de los partidos que juegue el equipo en casa en la temporada que arranca el próximo mes de agosto.
También el primer día
También fue muy rápido, el lunes, José Manuel Giráldez, quien se declara «un apasionado por el Nàstic» y es este el motivo por el cual fue tan pronto a recoger su carné. La temporada pasada tuvo la «suerte» de poder ver todos los partidos en los cuales el público estaba permitido. Es miembro de la Peña Nàstic Les Terres de l'Ebre y le gusta el equipo, aunque «me gustaría que llegara unpunta de 10-15 goles por temporada, que es lo que nos faltó la temporada pasada», aunque, «de momento, lo veo bien el equipo».
Tampoco falló a la cita la familia Teruel. Antonio y Rubén, padre e hijo, son dos de aquellos que siempre están. Que no se pueden ver partidos, ellos van a la rotonda de la autovía a visualizarlos. Antonio asegura que «echamos muy de menos al Nàstic». «Tuvimos la suerte de poder entrar un partido la temporada pasada y no nos ha importado y nos hemos hecho socios, porque se tiene que estar con el Nàstic a las duras y a las maduras,» asegura tajantemente al padre de Rubén. Antonio Teruel, además, espera que «eso (las restricciones por el coronavirus) acabe pronto y que todos los socios podamos entrar». «Creo que será una situación que se resolverá poco a poco, tenemos que hacer caso a lo que nos digan las autoridades. Si pueden entrar 1.000 personas, después serán 1.500 y así sucesivamente», argumenta.
Con respecto a Rubén, «siempre he tenido claro que me quería hacer socio del Nàstic a pesar de las restricciones». «Nunca he dudado, con qué pensé que podríamos venir a buscar el carné en la primera fecha que fuera posible», añade. De hecho, su padre y él fueron el cuarto y el quinto, respectivamente, a recoger la tarjeta. «Lo pasamos mal porque el Nàstic hizo una buena campaña y no estábamos allí. Lo que nosotros queríamos era estar en el campo y dar apoyo al equipo» lamenta sobre la temporada pasada.