«He estado un año y medio sin entrenar porque, para mí, sin público no es fútbol»

—¿Era el Gimnàstic de Tarragona el que usted se esperaba?

—Sí. Estoy aquí porque quería estar aquí. Después de muchos años, poder estar a dos horas de casa, para mí es muy importante. Este es un gran club, con mucha historia y que está en condiciones de afrontar los máximos retos posibles.

—Estuvo a punto de venir en otras ocasiones.

—Se me planteó un par a veces, pero decidí otras opciones, y en dos otras ocasiones, quise venir, pero el club decidió contratar a otros entrenadores.

—Antes de su contratación, el presidente dijo que el objetivo era quedar primeros. ¿Es demasiada presión?

—Es normal que diga eso, ya que este club tiene una exigencia máxima. Lo que tiene que hacer el Nàstic es estar arriba. El campeonato ya dirá si somos capaces de ser primeros, segundos, terceros o cuartos, pero lo que el Nàstic tiene que hacer es estar arriba para tener opciones de conseguir luchar por el ascenso.

—¿Qué le parece la Primera RFEF?

—Será dura y una incógnita. Los equipos que hay suben mucho el nivel de la antigua Segunda B, ya que serán los mejores de aquella categoría y los que bajan de Segunda A. me estoy quedando sorprendido con algunos presupuestos y con lo que se está pagando, parece que la gente tiene ganas de apostar fuerte para intentar subir de categoría. La Primera RFEF me recuerda a la Segunda A, donde más de la mitad de equipos quieren subir en Primera.

—Por lo tanto, aunque hay menos equipos con respecto a la Segunda B, ¿el ascenso a Segunda A será más complicado?

—Es fútbol. A mí me gusta pensar en el día a día, en el partido a partido. Respeto a todo el mundo, pero no le tengo miedo a nadie.

—¿Qué le falta ahora mismo a la plantilla?

—Un central y, después, las plantillas cambian durante las pretemporadas y las temporadas. Jugadores que te tenían que dar un rendimiento no te lo ofrecen y también a la inversa. Por encima de todo, quiero una plantilla en la cual todo el mundo se sienta titular. A ver si puede llegar este central que nos falta.

—¿Algún jugador con contrato podría salir?

—Representamos a una entidad. Si creemos que se tiene que dar un paso así, se hará. Las decisiones siempre son profesionales, nunca personal. Siempre, con el consenso de todos.

—¿La base que había de la temporada pasada era buena?

—Era buena para la Segunda B de antes, confiamos en que también lo sea para la categoría nueva. Es un buen grupo. Si quedaron primeros, alguna cosa harían bien.

—¿El equipo sale ganando con el cambio a Manu García-José Aurelio Suárez en la portería?

—Para mí son dos grandes porteros, pero a Manu lo he pedido personalmente. Es un portero de garantías y tiene dos ascensos.

—¿La decisión de que Fran Miranda no continuara es del entrenador?

—Sí, cien por cien. En este tipo de posición me gustan jugadores más dinámicos y a mí me pagan para tomar decisiones.

—¿Hasta qué punto el equipo puede acusar la baja de Tienza?

—Hemos fichado a Yannick, que es un gran jugador.

—Se ha perdido músculo en el centro del campo o es el medio del campo que quería al entrenador?

—No se ha perdido músculo. Ribelles es muy dinámico y también tenemos que recordar que estamos muy condicionados por las fichas.

—¿Qué tal está trabajando con Sergi Parés?

—Soy una persona fácil. Somos una empresa y cada uno en su departamento hace el trabajo lo mejor que puede. Con consenso y sin imposiciones.

—¿El equipo utilizará el 4-4-2 y el 4-2-3-1?

—No creo en eso. Al final, eso es un posicionamiento geométrico. Los muñecos se mueven durante todo el partido. Me gusta juntar gente dentro y también me gusta tener siempre dos delanteros.

—¿Qué jugadores pueden actuar por la izquierda del ataque del Nàstic?

—Un equipo lo que tiene que tener es equilibrio. Si tienes un lateral que te ataca bien por fuera, quiero un interior que pueda jugar por dentro y que se junte con los del centro del campo. Si tienes un lateral más defensivo, necesitaré un extremo más extremo.

–¿Bonilla cuenta como lateral?

—Tiene una pierna izquierda fantástica y mi obligación es sacarle el máximo rendimiento. Quizás cojea un poco defensivamente cuando juega de lateral, pero puede actuar por dentro y tiene una pelota parada fantástica.

–Raúl Agné se convirtió en un ídolo en Girona. ¿Cree que aquí puede llegar a producirse una cosa similar?

—Los clubs quieren estabilidad. Cuando se cambia de entrenador es porque la gente se pone nerviosa, pero lo que yo puedo prometer es que trabajaré al máximo para que eso vaya bien.

—Los campos, con público, mejor, ¿no cree?

—Y tanto. He sido un año y medio sin entrenar porque, sin público, para mí eso no es fútbol, y no tenía ganas. El fútbol es del futbolista y del espectador y, sin gente, no es fútbol.