Este Nàstic no encaja goles

El Gimnàstic de Tarragona ha empezado la temporada como un relámpago. Se ha situado rápidamente en la parte alta de la tabla clasificatoria y ha conseguido presentar candidatura, como mínimo a ser un rival de los temidos. Son muchos los aspectos positivos que está mostrando el equipo de Raúl Agné en este arranque, como también hay numerosas situaciones a corregir. Ahora bien, hay una estadística, un número, que seguramente es el que hace más feliz al técnico y que hace al Nàstic un equipo tan peligroso: todavía no ha encajado ninguna diana.

Un total de 270 minutos en los cuales los tarraconenses no han recogido ninguna pelota de su propia portería, situación que únicamente ha repetido un equipo del grupo segundo de Primera RFEF, como lo es el Atlético Sanluqueño. Eso dice mucho de la defensa de un Nàstic que, por otra parte, ha marcado tres goles, lo que sería un por término medio por enfrentamiento disputado. Las realizadoras no son cifras para aplaudirlas, pero están lo bastante bien para un equipo que no encaja y que está siendo capaz de rentabilizar muy bien los goles que marca. El único partido en el cual no anotó estuvo en el Palmar, contra el Atlético Sanluqueño. El resto, 1-0 contra el Barcelona B y 2-0 ante el Betis Deportivo.

Precisamente, ante el filial bético se pudieron seguir viendo situaciones que invitan al optimismo. Siguiendo con los goles encajados, uno de los grandes culpables fue Manu García. El meta sacó una mano espectacular en el minuto 53 de partido a Raúl García. Era un tiro bajo y fuerte que parecía que entraba por la derecha del portero, pero que acabó desviado. A partir de este momento, los tarraconenses despertaron y certificaron el triunfo gracias a las dianas de Edgar Hernández y de Javi Bonilla.

El Nàstic ha mejorado en defensa esta temporada, al menos por lo que se ha visto en este tramo inicial. En el lateral derecho ha empezado jugando Pol Domingo. La lesión de Carlos Albarrán, que todavía estará más de un mes de baja, ha provocado que el de la Pobla de Montornès se haya hecho con el sitio. De hecho, ha rayado a un gran nivel en los tres enfrentamientos y, aunque ofensivamente no tiene las virtudes de Albarrán, ha cerrado por completo su banda, donde los rivales nunca pasan y, si lo consiguen, lo hacen con muchas dificultades.

Todos suman

El lateral izquierdo sigue siendo propiedad de un Joan Oriol que parece que tenga 25 años y, en el eje de la retaguardia, la aparición de Aythami Artiles ha sido una bendición para el Nàstic, que ha encontrado a su líder de la defensa en el ex de Las Palmas. Quintanilla, de momento, está rayando a un buen nivel.

Ahora bien, no tan sólo defienden a los defensores en el Nàstic. El trabajo que hace Ribelles, que tira más atrás que ninguno adelante, también se nota, y jugadores netamente ofensivos ayudan en todo momento a los de atrás. Robert Simón llega más rápidamente que nadie a pelotas que parecen perdidas y Pablo Fernández es el claro ejemplo de delantero que quieren todos los entrenadores: trabajo, trabajo y trabajo es el modo de vida del ex del Cornellà.